Por: Alter B. Himelfarb W. / La comunidad mundial, pone el grito en el cielo porque los Estados Unidos, -la verdad sea dicha-, apoyan al Estado de Israel. También apoyan a los países árabes del Golfo. Lo que les queda “patas arriba” es apoyar unos entes, que durante 73 años, han buscado la destrucción del Estado de Israel, como los llamados “palestinos”, que durante ese tiempo han y siguen utilizando el terrorismo, el salvajismo, la violencia, etc., para lograr sus propósitos.
Se habla de que los términos del Tratado “de Trump”, están fuera de las resoluciones y declaraciones de la ONU. Esa es una opinión vista por un solo lado.
Me perdonan mis lectores por la “repetidera de la repetidera”, pero para entender y comprender todo este embrollo, tenemos que repasar un poco la historia del pueblo judío.
En el año 1947, la ONU, que contaba apenas con 57 Miembros, votó a favor de la Resolución de la Partición de la tierra llamada “Palestina”. 33 votos a favor, 10 abstenciones, un ausente: Tailandia y 13 en contra: Afganistán, Arabia Saudita, Cuba, Egipto, Grecia, India, Irak, Líbano, Pakistán, Siria, Turquía y Yemen. De estos, 9, son países musulmanes.
¿Qué hicieron estos 9 países muslmanes? A pesar de la aprobación, irrespetaron la ONU y comenzaron a alebrestar a los árabes residentes en la llamada “Palestina”, apoyándolos con el suministro de armas, “a pesar de la Resolución”. Se alejaron de los dictados de la ONU, utilizando el terrorismo. Hoy en día, guardadas las proporciones y sin terrorismo, los Estados Unidos han apoyando y siguen apoyando a Israel, en contra de la actitud equivocada y la pasividad de la ONU de ese entonces.
Esos 9 países fueron los responsables y culpables del problema que se vive hoy en día. Descalificaron a la ONU, rechazando esa Resolución, a pesar de haber votado. Les importó un “carajo” la Resolución de la ONU.
Cosa distinta hubiera ocurrido, si hubieran acatado la Resolución y haberle dicho al pueblo judío: “Hermanos, Uds. vienen del Holocausto y de las diferentes dispersiones a que han sido sometidos durante siglos. Vengan y trabajemos en Paz, porque ésta tierra es de Uds. y Uds. tienen Derecho a ella”. Eso hubiera sido lo correcto.
Para ahondar en estas aclaraciones, me debo remitir al Pentateuco. En el Pentateuco, repetidas veces, Dios, -¿Creemos en Dios o no creemos en Dios?-, le dice y le repite al pueblo judío que esa tierra, esa migaja de tierra se la entrega a ellos y que Él les va a ayudar a expulsar a los Cananeos y otras tribus, porque eran idólatras: Además de adorar ídolos o figuras hechas por la mano del hombre, los cananeos sacrificaban a sus propios hijos al fuego, comían animales desmembrados y aún vivos y además impuros y prohibidos, tal como aparece en el Pentateuco y por lo tanto, Dios quiere que acaben con esos pueblos cananeos.
Para la época del rey David y su hijo –que le sucedió-, el rey Salomón, ya no había rastros de los cananeos en la tierra de Israel y menos filisteos.
Si Uds. revisan los libros de los Jueces, Reyes y Profetas, encontrarán que no había “palestinos”, ni por equivocación, peleando “hombro a hombro”, en las guerras a que se vio obligado el pueblo judío. Cuando los judíos lucharon contra los Babilonios, contra los Griegos, los Greco-Asirios y finalmente contra los Romanos, (época de los episodios de Jesús), no existían “palestinos”, supuestamente los *antecesores* de los de “ahora”.
Los Romanos, igualmente idólatras y mitómanos, expulsaron al pueblo judío de su tierra: Algunos alimentaron a las bestias del Circo Romano. Otros fueron vendidos como esclavos. Con el tiempo fueron dejados libres y transitaban por las colonias, -entre ellas España-. del gran y desaparecido, Imperio Romano.
(*) Miembro A.I.E.L.C.