El 8 de octubre fecha memorable para el país y desde luego para todos los peruanos, debería yo estar escribiendo parte de la gloriosa defensa de la patria que hiciera el gran Almirante Don Miguel Grau Seminario junto a su tripulación. Sé que hay muchos marinos mejor calificados para ese empeño de enorgullecernos, de nuevo con el recuerdo. A ellos las infinitas gracias.
Entonces es necesario volver a ver el enrevesado horizonte político donde los cobardes y aprovechados comunistas nos están llevando. –Vemos ahora ya sin sorpresa, pues es algo cotidiano que la Quinta de Pizarro ha sido convertida en un pestífero callejón de un solo caño. Por ahí transitan entrando y saliendo sombrerones, macheteros, chismosos, adulones, encausados judicialmente, y demás malandrines. Algunos dijeron ya cuando el sombrerón hiciera un cambio en el gabinete. Que significara echar la basura fuera de Palacio.
Cambio necesario y urgente reclamado por la ciudadanía. Ese acto resultó cambio de mocos por babas. Y supongo que el sombrerón estuviera diciendo: ¡Ah! Con que querían cambios ¿no? Si pues, ahí tienen nueva alhaja. Botó al atorrante Bellido y al cínico terrorista Maraví, para colocarle el suncho a uno peor. Cómo será de pésimo que hasta el dueño de la gravilla de malandrines se ha espantado. El tal Cerro grande ha puesto el grito en el cielo. Miren quien lo dice y pitea.
Celebraron los ¿incautos? O los adulones de siempre. Ahí apareció el enano en sus trece aplaudiendo el cambio y usó de su revista y en portada escribió ¡Otro partido! Y, “Castillo se la juega empezando a limpiar palacio” Qué hipocresía y disfrazada candidez a sabiendo de que el sombrerón Castillo lo hacía con funesta intención. Pues botar a Maraví y en su reemplazo ponerle el suncho al tal Barranzuela que resultara –después de los informes, un delincuente de siete suelas. Preciso, el sujeto que habría de luchar contra la delincuencia resultara un antiguo miembros de esa canalla.
Con el enano en sus trece cayeron en la misma cuenta de candidez una serie de opinólogos y analistas chauchillas. A ellos se sumaron los Lúcar y demás lambiscones de la prensa aceitada.
Con la expectoración del atorrante Bellido y el otro cínico pro terrorista Maraví, celebraron los incautos como el enano en sus trece. Entonces pasando la franela según su estilo pone el titular: ¡Otro partido! Y repleto de júbilo: “Castillo se la juega” empezando a limpiar palacio” Qué hipocresía, qué candidez. Con el enano en sus trece cayeron en la misma cuenta la mar de opinólogos y sabihondos, analistas que todo lo saben y cómo no, los lambiscones de alguna, ya conocida prensa. Lo que ha hecho el sombrerón es tomar bríos para volver a zurrarse en los demócratas. ¿Conque no les gustaba Maraví? Tomen, aquí tienen otra alhaja y parió a Barranzuela. Qué tipo. Maraví le queda chicote. Este Barranzuela tiene “el mérito” de un traidor. Ha traicionado a su antigua institución pasando al bando de los terroristas y delincuentes. Cerrón y su mancha de malandrines, festejan.
–Solo un acápite para cerrar: Un informe de investigación nos alcanza una semblanza apretada de los malandrines que han tomado el poder.
Ayer pateando bidones. Comiendo choclo y queso. Hoy quieren transitar por hoteles de lujo. Viajar en avión. Comer en restaurantes de lujo. Hacer millonarias a sus señoras madres… y cómo no, a sus queridas “amigas”. Miren que tales granujas. Por lo que reitero mi solicitud de ciudadano: Déjense de contemplaciones y es ahora que el sombrerón tiene ganada la moción de vacancia por inmoral. Cierro.
(*) Miembro (r) de la Marina de Guerra y analista político.