Por: César Carlos Sandoval Pozo / Ahora es mucho más evidente porque querían capturar el Ministerio público, el Poder Judicial, neutralizar al Tribunal constitucional y deshacerse del Congreso de la República. Como en toda dictadura, es vital desacreditar, romper y capturar las instituciones, ya que con ello quiebran, debilitan y dinamitan la democracia, y los medios de comunicación felices con la paga mensual de la «publicidad».
Ningún noticiero, ningún analista político honorable, es entrevistado para denunciar que desde Palacio de Gobierno se ordenó que dejen en libertad al otro amigo y ex presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva, quien fue hallado infraganti delinquiendo con fiscales que aún siguen en funciones, mientras distraen la atención con un escrito del fiscal Vela, suplicando que anulen la libertad de Keiko Fujimori.
La fragilidad de las libertades democráticas no sólo están amenazadas, han sido secuestradas. Si no estás con el Gobierno, te siembro, te preparo un muñeco y te acuso, entonces opera la fiscalía y te investiga para luego pedir prisión preventiva y terminas en Ancón o en cualquier prisión y se acaba la oposición. Así es la nuez.
Es la injusticia de la justicia asaltada y secuestrada por la autocracia dictatorial, de quien sus miedos lo llevan a seguir delinquiendo sin importarle la pobreza, la inseguridad ciudadana, menos la anemia que ataca a la niñez con secuelas irreversibles que no han merecido del aparato gubernamental un ataque frontal y sostenido para combatirla. Señor presidente, está advertido, todas las dictaduras del mundo cumplen su ciclo y terminan en su propia prisión, junto a sus temores.
El sistema democrático en nuestra patria ha sido petardeado y herido de muerte, no hay democracia que se fortalezca, con jueces, fiscales y periodistas que de rodillas obedecen la orden palaciega y están sometidos a la voluntad de quien ostenta la dirección de una ONG’s de perfil comunista, pero más que eso, de asalariados de ODEBRECH y la ONG de Georges Soros.
El próximo Congreso es la esperanza de la sobrevivencia de la democracia y de lo más preciado, la libertad. Libertad a la expresión, liberta al empleo, libertad al pan de cada día.
La libertad es la justicia y no la injusticia de la justicia.
El Perú se endeuda y se presume que alguna comisión se cobraría por dichos bonos. No hay capacidad de gastos, es decir hay dinero en la caja fiscal, entonces porque adquirir bonos endeudandonos. La respuesta es la comisión.
Este estado de hechos es diferente al Estado de derecho que por supuesto no existe. El hambre, la liberación de los amigos y ex ministros, el sometimiento e intervención de la justicia. No es democracia, es la injusticia de la justicia.
(*) Politólogo- abogado.
