Dicho en cristiano, los residuos sólidos, es lo que conocemos como basura, aunque en su origen se diferencia la clase de ella. Lo que hay en Perú con este tema es terrible, pese a que tenemos un Ministerio del Ambiente por 13 años.
Y, en la campaña municipal poco se ha hablado de este enorme problema que se agrava en el interior del país por la pésima gestión y falta de dinero de las municipalidades.
Jorge Baca toca el tema en su blog. Señala el que imaginemos que hay diariamente como 1800 camiones de residuos sólidos formando una cola de 18 kilómetros en la Carretera Ramiro Prialé, para transportar diariamente 20 millones de kilos de basura.
Diseña un gráfico en su post, que muestra donde van a parar toda esa basura con la diferencia entre la cantidad generada y la recogida que es la cantidad de residuos sólidos reciclados y presenta la que va a botaderos. Y señala que en estos la basura es mayor a los de rellenos sanitarios.
En el 2022, afirma Baca que a botaderos llego al 32.3% de los residuos generados. Las proyecciones hasta 2030 nos indican que este problema va a continuar, debido a la insuficiencia de inversión pública en la implementación de nuevos rellenos sanitarios.
Si se excluye Lima a botaderos fue 63% del total de residuos sólidos producidos y esto ira in crescendo.
La razón de la diferencia es que en Lima el sector privado participa mayoritariamente en la gestión de rellenos sanitarios, mientras que en el resto del país, en su mayor parte, los municipios ejercen directamente esa función y es un desastre.
La basura contiene materiales putrescibles que se descomponen por acción de bacterias, produciendo gases altamente tóxicos, como metano, amoniaco y ácido sulfhídrico. Además, los botaderos generan focos infecciosos que ponen en riesgo la salud de la población.
El Ministerio del Ambiente, y sus políticas en el área de la gestión de residuos sólidos municipales no han tenido un impacto favorable, ni en su gestión ni en una reducción en términos per cápita de los gases de efecto invernadero.
Si bien se han efectuado campañas para incrementar el reciclaje, éstas no han tenido impacto significativo, y millones de toneladas de basura se siguen apilando en botaderos, donde proliferan los “gallinazos sin plumas” y se gesta una crisis sanitaria y ambiental.
No hay política para este problema que se acrecienta año a año. En Lima hay sector privado que ayuda. En provincias no hay esto.
La gestión de residuos sólidos se debería autofinanciar con los arbitrios que pagan los vecinos. Sin embargo, en provincias los arbitrios solo cubren el 30% de los costos y en Lima, en los conos y distritos menos afluentes, llegan al 60%.
Los municipios que han invertido en residuos son ahora los mismos botaderos y los proyectos de inversión en el área de residuos sólidos han tenido un nivel de ejecución muy pobre. Por eso y la enorme ineficiencia, millones de toneladas de basura se apilen año tras año en los botaderos.
Hay más de mil 400 botaderos de basura altamente contaminantes. La solución pasa por fomentar la participación del sector privado. Y mediante catastros cobrar los impuestos municipales que son escasos.
Hay que poner a las compañías de energía eléctrica o agua a incluir en sus recibos los servicios de limpieza pública y recojo de residuos sólidos. De esta manera la recaudación de los arbitrios se haría más eficiente y permitiría el pago oportuno a los concesionarios de la gestión de residuos sólidos a nivel del país.
Y esto necesita fondos y otras cosas y no se habla del tema que es muy importante.
Ver el post: http://prediceperu.com/2023/08/05/linterna-de-popa-406/