Para todos los efectos el IGV peruano, al igual que 174 países, a excepción de los EEUU que si usa el IGV, es un impuesto al valor agregado y alguien falló en Perú cambiar el nombre hace años.
A pesar de los grandes esfuerzos que la SUNAT ha implementado, a nivel tecnológico, como la factura electrónica, y a nivel reglamentario, deducciones y detracciones, el mal llamado IGV viene perdiendo participación como porcentaje de los ingresos tributarios totales como se aprecia en el gráfico que adjuntamos elaborado por el Profesor Baca.
Las causas son aumento de la informalidad, exoneraciones y subsidios. La recuperación económica post pandemia, solo permitió un corto respiro y la informalidad ha reiniciado su tendencia ascendente desde el año pasado.
El problema es que como siempre la opinología y los intereses de las AFP, quieren que parte del IGV vaya a las pensiones y eso es absurdo pues nadie puede asegurar que ello formaliza la economía y asimismo se crearía un forado fiscal y encima una contribución no es un impuesto. Ello es inconstitucional.
Por ello Baca propone la nueva tecnología del “blockchain” para el cobro de impuestos, lo que permitiría reducir la informalidad y los costos de recaudación, así como minimizar las posibilidades de fraude o evasión fiscal.
Consiste en tener una cobertura de la factura electrónica al 100%. Según la SUNAT, actualmente se tiene una cobertura al 95%.
El principal impedimento para llegar al 100% es tener una cobertura confiable de Internet al 100% del territorio nacional.
Asimismo, subir el porcentaje de inclusión financiera, que es inferior al 65% de la población. Ello creando una moneda digital del Banco Central rastreable que no se podría falsificar o utilizar para fines ilícitos.
El BCRP, con asistencia técnica del FMI, ya tiene avanzada la moneda y estaría en condiciones de reemplazar la física progresivamente. Una vez establecido el “Central Bank Digital Currency (CBDC), como único medio de pago se dan las condiciones para implementar el nuevo IGV que no requeriría de facturas electrónicas y estaría libre de facturas falsas, gracias a que la nueva moneda utiliza la tecnología “blockchain” y así adecuar la legislación para viabilizar el nuevo IGV.
Esto, señala Baca, permitiría realizar devoluciones sólo a las personas de bajos ingresos y para determinados bienes o servicios. Esto haría obsoleta la existencia de programas de transferencia monetaria como Juntos u otros programas asistenciales.
Pruebas del nuevo IVA ya se vienen realizando en Europa. Se me acabó el espacio.
El link: http://prediceperu.com/2023/06/03/linterna-de-popa-397/