Es penoso lo que trae en reciente post, el Dr Jorge Baca extraído del famoso y popular cuento “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll; cuando ella recorriendo un bosque, se encuentra con un gato a rayas moradas a quien le pregunta. ¿te importaría decirme qué camino debo tomar desde aquí? Eso depende en gran medida de adónde quieres ir,le responde el Gato. ¡No me importa mucho adónde…! le dice Alicia. Entonces, da igual la dirección que tomes, concluye el Gato.
Bueno así estamos, pero no necesariamente en el País de las Maravillas, todo lo opuesto; con el agravante que al igual que Alicia estamos en una encrucijada y no tenemos objetivos claros ni de corto plazo y las actuales autoridades parece que adoptan medidas de inmediatez, con tal de permanecer en el poder hasta el 2026.
Para la inseguridad ciudadana, señala Baca, es terrible la rotación de los funcionarios encargados de velar por la misma. Ello es de locos.
En el área económica, la situación es de caos. A 30 años de la Constitución vigente, desde 1993, la perforación a ella es impresionante. El capítulo económico implantó la subsidiariedad del Estado en la actividad económica, porque lo militar fue una anatomía de un fracaso económico, sin duda alguna, como lo señalaron y probaron Witch y Shydlowsky en un texto.
El claro norte que corrigió defectos tremendos se ha ido perdiendo con el transcurso de los años. El Dr Baca señala así, que el deterioro se inició con el Tribunal Constitucional, presidido por Javier Alva Orlandini, que restituyó la estabilidad laboral absoluta en 2002 y que ha sido la principal fuente de la creciente informalidad laboral y el estancamiento del crecimiento de la productividad total de los factores de producción.
En el mismo periodo, la aprobación de la antitécnica ley de descentralización y la instauración del Canon Minero marcaron el inicio del desmanejo de la gestión pública que lo estamos pagando en estos días de manera tremenda.
La inauguración del gobierno de Humala, que juró por la Constitución de 1979 y su clara política anti minera, “Agua si, Conga no” fue tremendo. Los sectores Minero, Agroexportación y Turismo pilares del éxito del modelo económico, han sido sucesivamente víctimas de las perforaciones a la Constitución de 1993. El sector minero ha visto mermado sus niveles de inversión por la política anti minera y hemos desperdiciado valiosas oportunidades de protagonismo en el mercado mundial.
El sector Agroexportador que se vio protegido, en parte, de los alcances de la inflexibilidad de la ley laboral por la ley de promoción al agro, ha perdido esta protección y su mercado laboral se ha inflexibilizado aún más con la legislación que limita la tercerización de servicios.
El sector Turismo se ha visto perjudicado por la pandemia, pero su recuperación viene siendo impedida por el clima de inseguridad y falta de respeto a la ley. A todo esto, Baca elabora un Gráfico con datos de las encuestas que hace el BCRP mes a mes de expectativas de crecimiento. Y los resultados son tremendos. Y señala que basta ver el progresivo deterioro del modelo económico consagrado en la Constitución, auscultando el porcentaje del gasto público respecto al PBI. A mayor porcentaje, mayor participación del gobierno en la economía, es decir mayor estatismo y control de la economía y por lo tanto menor libertad económica, que es el pilar del modelo económico que se transo.
Muestra Baca un segundo gráfico, en que la evolución del Gasto Público Total como porcentaje del PBI con la Constitución estatista de 1973 el gasto público total (sin considerar las empresas públicas de ese entonces) superaba el 23% del PBI. La hiperinflación del primer gobierno de Alan García se encargó de llevar este porcentaje alrededor del 14%. La Constitución de 1993 permitió reducir paulatinamente este porcentaje, hasta llegar a menos de 18% durante el segundo gobierno de García.
A partir de 2011, la participación del estado no ha dejado de subir (durante la pandemia llegó a superar el 24%) y actualmente se encuentra alrededor del 21%, es decir estamos volviendo a los niveles registrados con la constitución de 1973, lo cual es un claro indicio de la creciente estatización de la economía. La intención de sacar a flote a Petroperú contribuiría a agravar el problema, sostiene el analista.
El profesor Baca se pregunta:
¿Qué hay que hacer para que esta desorientación a lo Alicia en un país que ya no tiene nada de maravillas cambie?
Restituir las perforaciones a la constitución de 1993 que se han hecho, aduce Baca. Y de hecho desparecer la nefasta y absurda estabilidad laboral absoluta introducida por el Tribunal Constitucional de Alva Orlandini. Esto al flexibilizar el mercado lo ayuda a formalizarse.
Se requiere, además, reforzar el papel subsidiario del estado en la actividad económica. Los casos emblemáticos de Petroperú y Sedapal deben ser resueltos respetando este principio. Es necesario legislar un nuevo régimen pensionario y de salud, priorizando sistemas no contributivos, acordes con la Constitución. Se debe reducir el Gasto Público Total, con el objetivo de regresar al 18% del PBI, en el contexto de una reforma tributaria integral que incluya una mejor distribución del Canon minero y la reforma de la ley de descentralización.
El mayor gasto fiscal, con más deuda, más impuestos en los últimos 12 años no ha resuelto el problema. Urge menos gasto estatal ineficiente, más libertades económicas, menos trabas burocráticas y mayor respeto al imperio de la ley. Para ello necesitamos de un Estado más pequeño y eficiente. ¿Es que la opinología y tanta lacra de políticos que viven de hacer con el Estado lo que les viene en gana, no comprenden el mensaje de la pobre Alicia que buscaba el país de las maravillas?
Cada vez estamos más perdidos y rumbo al despeñadero. Esto no puede seguir así en esta perversa y nefasta inerc
ia.
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