Por: Eduardo Farah H. / Con motivo de haber pasado la valla de los ciento cincuenta días de estado de emergencia debido a la pandemia causada por el nuevo coronavirus, el presidente Martín Vizcarra volvió a pronunciarse. Las medidas anunciadas por el Ejecutivo son ya conocidas por la población, aunque no con la severidad con la que fueron aplicadas a mediados de marzo. Ante el obvio repunte del número de casos confirmados por día durante los meses de julio y agosto, se retornará a la orden de inmovilización obligatoria los días domingo.
Esto significa que todos los esfuerzos que estamos realizando los peruanos se ven muchas veces mellados por la falta de cuidado o prevención de unos pocos. Además, han quedado prohibidas las reuniones familiares, lo cual es bastante razonable, visto que un gran número de contagios han resultado de este tipo de concentración de personas. Una medida interesante en el papel, pero que en la práctica será mucho más difícil, sino imposible, de fiscalizar.
No podemos permitir que los avances realizados hasta la fecha para combatir este flagelo sean en vano. Los casi 3 meses de paralización económica pasarán factura a todo al país en los años venideros, y si volvemos a tomar medidas extremas para cerrar la economía (que ya estaba en proceso de reapertura) los efectos negativos a largo plazo, no sólo podrían ser peores, sino también más longevos.
Hay que notar que muchos de los empresarios sobre todo los industriales no han podido acceder al programa REACTIVA PERÚ, esto ha sido porque muchos de ellos han sido clasificados como por ejemplo “dudoso” por la SBS y esto no les permite acceder a los créditos del Ministerio de Economía y Finanza (MEF).
¿Qué es lo que necesita el país? Trabajo, ¿Qué es lo genera trabajo? Las diferentes formas de actividad económica, lo cual ayuda a que se aumente lo que todo conocemos como actividad laboral, creemos que muchos de los que están clasificados como dudoso deberían recibir ayuda económica del MEF, ya que muchos de ellos están recibiendo órdenes de compra o servicio de sus clientes, comenzando por la minería, pero no pueden seguir adelante por la falta de Capital de Trabajo.
Hemos llegado al extremo que hay empresas que por S/ 1.00 no ha podido recibir este Capital de Trabajo porque la norma se lo impide. Esperemos que los responsables del MEF ayuden a interpretar mejor la norma y permitir que estas empresas reciban lo que tanto necesitan, para poder seguir trabajando.
Este es un año cargado de sorpresas y retos para todos los peruanos, y al acercarnos cada vez más al final del mismo, es importante resaltar que el Perú es, como siempre se ha dicho, más grande que sus problemas, y llegado el mes de agosto, las cifras empiezan a verse más optimistas. El ritmo de la contracción se ha desacelerado y la recuperación económica, aunque aún distante, ya se avista. Es momento de aumentar el esfuerzo colectivo para recuperar el ritmo de crecimiento pre pandemia y, por qué no, superarlo.