El Estado no paga sus deudas. Esto ya parece ser una consigna del actual gobierno de Pedro Castillo. Ejemplos hay varios, uno de ellos es el caso de las empresas que participaron de la construcción del Museo Nacional de Arqueología (MUNA), ubicado en Pachacamac, y que hasta hoy se les debe millones a los proveedores. Sobre la deuda del MUNA tiene conocimiento la actual administración de Castillo, incluso algunos proveedores conversaron del tema con el ministro Alejandro Salas cuando ocupó la cartera de Cultura. El gobierno se sacude de la responsabilidad y le tira la pelota a la UNOPS, de las Naciones Unidas, que presta servicios de infraestructura, adquisiciones y gestión de proyectos, y que, lamentablemente en los últimos años, viene aplicando la política del “perro muerto”.
El caso más reciente de “cabeceo” a los proveedores viene sucediendo en ESSALUD. Varias empresas prestaron servicios durante pandemia para salvar la vida de miles de peruanos. Lo que resulta insultante es que, dos años después, las empresas tienen que prácticamente rogar para que ESSALUD pague por los servicios adquiridos. Son más de 60 millones de soles lo que se le debe a un grupo de 18 proveedores que reclaman a diario su dinero.
Pero en ESSALUD son tan caraduras que ni siquiera responden las cartas donde se les solicita cancelar la millonaria deuda. Sabemos que por ESSALUD han desfilado cuestionados personajes que han sido designados a dedo por Pedro Castillo, intentando convertir esa institución en una “caja chica” del gobierno. Pero la política del “perro muerto” también se aplica en la PCM, porque ni siquiera el premier Aníbal Torres ha puesto atención en el tema. Luego pretenden ponerse el disfraz de dignos e inmaculados.
El actual presidente de ESSALUD es el médico cirujano Aurelio Arturo Orellana Vicuña, que es otro personaje que tampoco le presta atención a la millonaria deuda de la institución que preside. No hay excusas, señor Orellana Acuña, usted asume los activos y pasivos, esa es su responsabilidad.
Marilyn Cuichap, representante legal de la empresa Tecno Generación S.A.C. viene exigiendo el pago inmediato por haber entregado material logístico a EsSalud. La empresa reclama el pago por casi 4 millones de soles por suministrar el servicio eléctrico a través de grupos electrógenos que se mantenían operando los siete días de la semana durante las 24 horas en la Villa Mongrut, la cual pertenece a la Red Sabogal, durante el periodo octubre 2020 hasta marzo del año 2022.
Ese suministro eléctrico permitía proveer energía a todas las carpas de la Villa Mongrut, incluyendo las plantas de oxígeno, las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), y todas las áreas dedicadas para la atención del Covid-19. Es decir, la empresa ayudó directamente a salvar miles de vidas y de parte del Gobierno solo reciben silencio y la grosera política del “perro muerto”. Lo triste es que muchos de esos proveedores viven del día a día, perjudicando directamente a sus trabajadores que demandan con total justicia el pago de su jornada laboral.
Todo indica que, en este mundial, los grandes cabeceadores están en el Gobierno.
(*) Periodista y director de la revista Lima Gris
