La noche del jueves millones de peruanos no ocultaron su fastidio por la derrota de la selección peruana de fútbol ante la escuadra de Chile por las eliminatorias rumbo al Mundial del 2026. El malestar no era tanto por caer ante el histórico rival del sur, porque era previsible, sino por la forma como se jugó: una estrategia ultradefensiva y sin ambiciones de ganar.
Los experimentos del director técnico Juan Reynoso me hizo recordar a las recetas trasnochadas del expresidente Pedro Castillo, quien intentó aplicar en el país un modelo de la izquierda de la década de los setenta, ahuyentando la inversión, poca tolerancia con los medios de comunicación e improvisando a personajes sin preparación en los ministerios y entidades públicas.
Algo similar ocurrió la noche del jueves, los dirigidos por el “cabezón” Reynoso salieron al Estadio de Santiago de Chile con un esquema de antaño, los once jugadores colgados en su cancha tratando de defender el empate y dejando en solitario a Paolo Guerrero en la delantera. Todo lo avanzado por Ricardo Gareca al tacho.
Uno de sus experimentos de Reynoso fue colocar a Andy Polo por la izquierda (¿rojete?), lugar donde nunca jugó. Ya anteriormente en partidos amistosos se le ocurrió jugar con dos nueves juntos (Guerrero y Lapadula). Sus experimentos ya fracasaron, en los partidos amistosos nos pasaron por encima Alemania (0-2) y Japón (1-4) y por lo mismo casi perdemos por goleada con Chile, uno de los peores equipos chilenos de los últimos cincuenta años. Y ni hablar su relación con la prensa, en Chile se peleó con periodistas sureños.
Sólo basta leer a Manuel de Tezanos-Pinto, conocido periodista deportivo chileno, quien arremetió contra el planteamiento de Juan Reynoso: “Nunca había visto un equipo que no trate de ganar el partido. Entiendo ir a buscar el empate, pero siempre hay una intención al menos de meter un contraataque. Cuando ganaba algunos metros retrocedía y volvía con los centrales y el arquero. Fue lo que trató de hacer Reynoso, no es problema mío ni de los chilenos que tengan un entrenador tan poco osado. Es algo que yo nunca vi en mi vida”.
¿Qué es lo que corresponde hacer? Pues vacarlo al igual que Pedro Castillo, hoy preso en la Diroes. El presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Agustín Lozano, debe escuchar el clamor popular y renunciar a Juan Reynoso para corregir todo lo malo e intentar clasificar al próximo mundial, de lo contrario volveremos al sótano futbolístico del que nos sacó el “Tigre Gareca”.