Alex Kouri B. puede no ser de mi simpatía, más en el mundo moderno de la racionalidad, para el tesoro de una justicia real, le resulta esquiva cualquier sentimiento de esta naturaleza. No es un elemento sustancial para la tan ansiada justicia penal. Más Alex Kouri fue sentenciado y, lo fue por la supuesta comisión del delito de Colusión Desleal a cinco años de pena privativa de libertad efectiva.
Los cumplió serena y pausadamente. No obstante, cabe reflexionar si puede ser justo una condena a consecuencia de un indebido control de acusación fiscal, porque no hay configuración del delito de Colusión Desleal sin particulares. Peor aún, condenar y, luego, investigar al particular, pero resulta que uno fallece y el otro es absuelto. La suerte no estaba echada y la sala penal tuvo la oportunidad de corregir un despropósito: Sea absolviendo o retrotraer el juicio a una etapa tal en el que el acusado pueda defenderse.
Sin embargo, lo condenaron por un delito que requiere la participación necesaria de un particular. La Suprema Corte por 4 votos a 3, declara no haber nulidad. El Tribunal Constitucional en Sentencia del 24 de abril del 2019 por 4 votos admite el trámite de Habeas Corpus y 3 votos por la nulidad de la condena y celebración de un nuevo juicio al violarse la legalidad penal por condena como autor por colusión sin particulares. Hasta aquí los hechos.
Entonces, viene a colación don Miguel Cervantes cuando expresa a los hombres y al cielo: “La libertad, Sancho, es uno de lo más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran a la tierra, ni el mar encubre: Por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. (II, Cap. LVIII, p. 792).
Con estas sabias palabra del ingenioso don Quijote de La Mancha, que resumen el ideal de justicia y libertad, lo cual nos invoca a reflexionar sobre la justicia penal en Perú. Formulo reparos y de hecho condeno todo acto perverso de afectar las arcas del Estado, pero también, con la misma energía y enojo, reprocho las injusticas del sistema de justicia nacional.
No hay nada más perverso que un Magistrado prefiera la quincena o el qué dirán si absuelve a un acusado, a sabiendas que constituye un acto de injustica formal. Eso sucede porque a menudo nos encasquetamos en el yelmo de niebla, cubriéndonos nuestros ojos y oídos para negar la justicia, más allá de nuestros propios prejuicios.
Todos llevamos el alma serena por la simplicidad de la justicia y, si un mortal asume poder por imperio de la ley, para quitar tu libertad o tu propiedad, ese mortal debe ser controlado y sancionado de ser el caso, cuando administra justicia sin justicia.
No hay peor justicia que condenar a consecuencia de un indebido control de acusación fiscal por un delito que para su configuración exige un acuerdo con particulares.
(*) Abogado penalista y analista político.
