Por: Jorge B. Hugo Álvarez / Con raras excepciones el Parlamento Nacional y el Poder Ejecutivo no dieron la talla que la historia exige en los políticos serios con una elevada condición de estadistas y con un profundo amor por nuestra Nación. Eso pasa cuando, ciertos intereses empresariales están presentes en la política, en oposición al interés general.
El interés general para ellos es “populismo”, el interés particular o de grupo “es de responsables”. Tremendas mentiras que pretenden convertirlo en algo oficial, sagrado y consagrado. Entonces, no nos sorprenden las bajas chaturas de sus pasiones en aferrarse a medias verdades oficiales y culparse unos a otros de la desgracia de nuestro pueblo.
En tanto, los peruanos nos contagiamos y morimos en condiciones infrahumanas, humillados por el Coronavirus; mientras ellos, cual carroñeros, haciendo los mejores negocios de su vida con el dolor ajeno y con las tetas del Estado.
El Gobierno de Martín Vizcarra y el Congreso de la República están de salida y harían bien en dar muestras de madurez, sensatez y un mínimo de entendimiento por el bien de la Nación. No resulta saludable, dar persistentemente, un vergonzoso espectáculo circense de dimes y diretes o de acusetes, por ser algo propio, en lo esencial, de una cultura de intolerancia, ignorancia y de poco apego por el País.
Por eso, resulta, irresponsable, de un lado, hablar de vacancia presidencial y, del otro, de chantaje o extorsión. Peor aún, dar muestra de desprecio y racismo como lo expresado por el expremier contra una parte de la representación nacional.
Es una lástima que el Gobierno opte por un Gabinete de poco consenso o equilibrado con muchos ministros voceros de la CONFIEP y de los banqueros. El Presidente parece no haber entendido que los grupos de poder lo utilizaran, luego le darán una patada, para después tildarlo de “populista”, etc.
Eso pasó con Ollanta Humala y, eso pasará cuando deje el poder. Es tiempo que el pueblo no permita que: poderoso caballero don dinero siga gobernando el país, porque de continuar ese estado de cosas, no nos sorprendería, que un radical llegue al poder ungido por el voto popular.
Consideren que está puesto en evidencia el estado de los neurópatas que ven en este espectáculo permanente algo que desnaturaliza nuestra relación con los valores sanos del pueblo.
Mantener como ministro de Educación a un cuestionado Benavides o como ministra de Economía a, María Antonieta Alva, vocera de los grandes intereses de los banqueros y a una ministra de la Mujer (excongresista) poco tolerante, ya es una provocación suficiente al Parlamento.
Entonces la posibilidad que el Parlamento no le otorgue el voto de confianza, es algo que no se puede descartar, y con ello, se agravaría la situación política del País.
El Presidente Martín Vizcarra perdió el rumbo de la historia y los halagos del poder tan efímeros serán duros con él, al dejar el poder político. Mientras el pobre pueblo vivirá desengaños, tras desengaños.
(*) Abogado-Analista Político