Por Jorge Hugo Álvarez
Todo indicaría que se mantuvo poco transparente, por parte deL Gobierno y muchos políticos, un hecho gravísimo: El Gobierno del Perú habría suscrito el año 2000, la Convención del Mar, que reduce nuestra soberanía marítima a tan sólo 12 millas.
No obstante, que nuestra Constitución (Art.54) consagra nuestra soberanía sobre las 200 millas del Mar de Grau. Eso explicaría, las razones por el cual el renunciante Canciller Miguel Rodríguez Mackay expresara, ante un medio de comunicación su discrepancia con el Presidente de la República Pedro Castillo en relación a la Convención del Mar: “Hemos enviado al Congreso una carta, una comunicación para desempolvar el tema de la Convención del Mar (CONVEMAR)” (SIC).
La idea resulta antipatriótica porque perderíamos soberanía y jurisdicción sobre 188 millas de mar territorial. Eso implicaría que no podríamos explotar, con exclusión de cualquier otro país, la Zona Económica Exclusiva. Por el contrario, nos veríamos obligados a ceder nuestras riquezas marinas en favor de los países que sí cuentan con recursos económicos y tecnologías de punta que carecemos.
La carta del excanciller de la República buscaba desempolvar el Dictamen sobre el Proyecto Nº 813/2001- CR, del Congreso de la República, el Dictamen del 05 de octubre del 2004 de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, que aprobaron en sesión secreta y de forma unánime el proyecto de resolución legislativa recomendando la adhesión del Perú a la Convención del Mar.
Sin embargo, el Congreso de la República del año 2020 hasta la actualidad, no se atrevieron a poner en Agenda del Pleno dicho el proyecto de resolución ejecutiva, por temor a una reacción firme del pueblo. Pues, podrían ser pasibles de ser acusados por traición a la Patria.
No hay patriotismo sincero cuando se desconoce el artículo 54 de la Constitución Política del Estado. Pues, el territorio de nuestra Nación es inalienable e inviolable. Por tanto, ejercemos soberanía sobre nuestro territorio marítimo hasta una distancia de 200 millas. El Mar de Grau, es inalienable e inviolable.
Nada justifica ocultar estos hechos ante el Pueblo peruano. Peor aún, tolerar contubernios a favor de intereses foráneos. Los peruanos no podemos renunciar a la pretensión de tener un mar territorial de 200 millas para limitarnos a “disfrutar de una Zona Económica Exclusiva” sobre el cual no podríamos ejercer sobornaría.
El primer país que por medio de una declaración unilateral reconoce tener una extensión de mar territorial más allá de las 12 millas fue Estados Unidos de América. En 1939 el presidente Roosevelt ordenó patrullar las costas estadounidenses hasta una distancia de 200 millas para de ese modo mantener su seguridad, con lo que se aporta un nuevo factor que afecta a la discusión sobre la distancia que debe tener el mar territorial de un Estado ribereño.
Entonces, la reivindicación de las 200 millas como espacio de mar territorial bajo soberanía del Estado Peruano es una demanda patriótica de la Nación.
(*) Abogado penalista y analista político.
