Por: Juan Sotomayor / A pocas horas de celebrar la Navidad, vale la pena hacer un alto en nuestras actividades para revalorar el sentido de esta tradicional celebración. Si bien es cierto, el consumismo y la publicidad la han convertido en la fecha de mayor actividad comercial del año, también es cierto que algunos valores muy importantes como la familia, la paz, el amor, la generosidad y el perdón, suelen tener mayor presencia en nuestras mentes y corazones durante esta época.
Solemos decir que Navidad debería ser todo el año, frase que refleja lo beneficioso que sería tener presente y, sobre todo, practicar estos valores en la cotidianeidad de nuestra vida, desde los actos más sencillos y rutinarios, sin necesidad de rodearlos de costosos presentes ni grandes cenas. Lograr este anhelo depende de nosotros mismos. Empeñarnos en lograrlo, sería el mejor regalo que nos haríamos a nosotros mismos, a quienes nos rodean y a la sociedad en general.
Las fiestas navideñas, pese a su origen religioso y evidente mercantilización, también influyen en el quehacer político. De hecho, salvo que ocurra algo sumamente extraordinario, también las organizaciones políticas se verán obligadas a realizar un alto en sus actividades proselitistas. Pausa necesaria para afinar estrategias que les permitan afrontar con éxito las elecciones congresales extraordinarias del 26 de enero del 2020.
No cabe duda que luego de las fiestas navideñas, recién arrancará con fuerza la campaña electoral para el Congreso. Será una campaña breve e intensa, en la que esperamos no se diluya el espíritu navideño que la precederá. Campaña que también estará marcada por la expectativa ante el fallo que deberá emitir el Tribunal Constitucional en la demanda de competencia que cuestiona la disolución del Congreso que dio lugar precisamente al proceso electoral en marcha.
Sin datos oficiales por ahora, se especula que el Tribunal Constitucional evitaría afectar las elecciones. La incertidumbre radica en cuál será su posición respecto a la constitucionalidad de la disolución del Congreso dispuesta por el presidente Vizcarra. Pasadas las fiestas, habrá que tener a la mano y revisar con cuidado tanto las propuestas de los candidatos al Congreso, como también los textos de Derecho Constitucional…
¡Feliz Navidad, amigos lectores!
