La lectura es un acto esencial. El lector frente al libro acomete voluntaria y libremente la aventura de entregar su tiempo e inteligencia al encuentro con las ideas, sueños, fantasías y vivencias de un autor. Es el momento en que se unen de modo notable dos personas en un acto casi mágico para que una de ellas conduzca a la otra por los caminos insondables de la filosofía, por la polémica política, por la inesperada línea narrativa o por los recodos más íntimos de la poesía.
Este acto ha de ser con un libro entre las manos. Los entusiastas de la tecnología que auguraron un par de décadas atrás la desaparición del libro y su reemplazo por la lectura online o el imperio del PDF se equivocaron. Cada vez surgen más editores independientes y a la vez ediciones más hermosas de libros.
Los recursos tecnológicos serán siempre eso. Recursos alternativos. Pero nada podrá reemplazar la incomparable sensación de apreciar una edición de lujo, de recorrer las páginas de un clásico ilustrado con litografías, de simplemente sentarse en medio de una biblioteca y apreciar los lomos de miles de libros que ocultan inescrutables secretos. Nada será comparable al esfuerzo de un joven editor contracorriente que arriesga todo, para en heroico gesto, poner la poesía, sobre el áspero papel y lejos de los HTML y los bytes.
El libro nunca morirá. Pero en los tiempos que corren requiere de aliados que promuevan su presencia. Es en esta línea que resulta alentador que, entre sus primeras labores, antes de cumplir siquiera dos meses en el sillón municipal, el alcalde de La Molina Diego Uceda haya lanzado una Feria Internacional del Libro en alianza con la Fundación Iberoamericana para las Artes que preside el poeta Harold Alva. En este contexto se puede decir que hoy más que nunca cobra vigencia la frase del gran Francisco García Calderón, cuando dijo que “el Perú se salvará sólo bajo el polvo de una biblioteca”.
Se trata de una feria de muy buena calidad en cuanto a expositores, pero que además cuenta con un excelente programa de conferencias y actos culturales todas las tardes. Se ha invitado a poetas y escritores internacionales como María Elena Blanco (Cuba), Eduardo Labarca (Chile), Kathy Serrano (Venezuela). Asimismo, entre otros invitados destacan Olga Montero, Enrique Planas, Ricardo Sumalavia, los cineastas Augusto Tamayo, Mario Pozzi Escot, los novelistas Eduardo González Viaña, Frida Ayala, los poetas Omar Aramayo, Ricardo Ayllón y Patricia Denegri. Mención aparte merece la presentación organizada por la Embajada de Chile de la versión en quechua del clásico de Neruda Alturas de Macchu Picchu, programada para el 1 de marzo a las 6 de la tarde, que sin duda está generando gran expectativa en el mundo de la cultura.
El acto central de la feria será el día 4 de marzo cuando el alcalde Diego Uceda ponga la medalla de La Molina a Miklós Lukács, quien presentará su libro Neoentes y firmará autógrafos.