En su libro “Como pez en el agua” Mario Vargas Llosa describe a Hernando de Soto así: “Hernando era vanidoso y susceptible como una Prima Donna, pomposo y ridículo, con su español trufado de anglicismos y galicismos y sus cursilerías aristocráticas”.
Lo cierto es que Hernando de Soto se presenta como un liberal. Pero visto en el contexto internacional, siempre ha sido cercano a dictaduras y también a instituciones progresistas. Sería lo que popularmente ha venido a llamarse un liberprogre. La lista de candidatos al congreso que armó en las últimas elecciones, plagada de representantes del lobby LGTB y abortistas y sus relaciones con radicales de izquierda lo confirma.
Muchos desconocen su cercanía al genocida y dictador Libio Muamar Gadafi, al que Ronald Reagan apodó con acierto como “el perro rabioso de Oriente Medio”. Gadafi durante años fue el soporte de cuanto grupo terrorista hubo en el mundo, aunque en sus últimos años pretendió lavar su imagen. De soto mantuvo una estrecha relación con él e incluso cuando ya llevaba 40 años en el poder y sus crímenes eran muy conocidos decidió asesorar a la dictadura en la implementación de medidas de generación de riquezas.
El legado de Gadafi se sostiene en la Fundación Gadafi, organización no gubernamental, internacional, que lleva a cabo actividades de desarrollo en los campos de derecho sociales, culturales y humanos. Y por encima de todo mantiene la figura del tirano libio. Hernando de Soto es miembro del Consejo de Administración de esta fundación.
Esa es la verdad sobre ese falso valor que además es uno de los responsables de la actual crisis. Recordemos que su participación dividió el voto de la derecha. Si se hubiera retirado a tiempo hubiera ganado la elección López Aliaga. Recordemos también el triste papel que desempeñó cuando corrió a echarse a los brazos de Castillo en Máncora, buscando infructuosamente treparse al gobierno, para luego refiriéndose a Castillo como “don Pedro” y decir que le había parecido un hombre inteligente.
Esa es el patrón de conducta de Hernando de Soto. Sus delirios de prima donna le impiden actuar pensando en el país. Sus pulsiones lo dominan. Por eso fue capaz de entregarse apasionada e irracionalmente a Paredes Terry. Un hombre vinculado al MOVADEF que lo uso como quiso para luego dejarlo despechado y en ridículo.
Ahora, cuando la mayoría del país quiere la salida de Castillo, cuando hay una acusación constitucional en marcha y también corre una moción de vacancia, vuelve a aparecer para jugar a salvador del país. Desafortunado como siempre le echa un salvavidas al corrupto Castillo. Precisamente en la víspera de la Marcha por la vacancia se reúne con él y trata de lavarle la cara. Su movida genera el rechazo de los patriotas y demócratas del país. Entonces publica un comunicado ambiguo en el que dice que respalda la marcha, pero no la vacancia. Ese es Hernando de Soto. Ese es su juego ambivalente de siempre.
