Ya todos sabemos lo que pasó con Béjar y probablemente el futuro Canciller sea el señor Raygada. La verdad, es irrelevante quién vaya a ser. La política exterior peruana va a estar en manos del chavismo y el castrismo. Estamos con un gobierno comunista.
Es evidente que Guido Bellido es prosenderista, como lo es el ministro de Trabajo y varios viceministros más. Y ha sido clarísimo Vladimir Cerrón cuando ha dicho que es absolutamente secundario esta “huevada democrática” lo de la cuestión de confianza.
Es claro que el Gobierno de Castillo agudiza las contradicciones y trata de dividir al país en dos, en buenos y malos, en ricos y pobres, en andinos y costeños, en blancos y negros, en homosexuales y heterosexuales. Siempre van a dividir y la oposición también se para dividiendo con broncas tontas ínter partidarias, con estas reyertas que tiene López Aliaga con Hernando de Soto, que no sabe cómo hacer para conservar un liderazgo en la bancada que la verdad parece que ya tiene en sus manos el señor Roger Amuruz.
Pero lo trascendente es que al Gobierno no le importa seguir los cauces democráticos, lo que le importa es poner una situación absolutamente extrema para que el Parlamento le dé una confianza boba y que ellos puedan decir que los están obstruyendo siempre, y cuando se objete la presencia de un nuevo integrante del Gabinete, tan o más polémico que Béjar, porque el futuro Canciller Raygada podría serlo y cuando se le critique, se le fustigue, se le interpele o censure, van a decir que es obstruccionista y terminarán pateando el tablero.
Para ello necesitan una prensa dividida, por eso tanta reunioncita y conciliando en Palacio de Gobierno, tanto coqueteo y conversación para que exista fotos de ellos hablando con la prensa y puedan vender internacionalmente que acá hay una democracia porque simplemente hay una prensa opositora y una prensa libre, hasta que den el zarpazo.
Y para dar ese zarpazo tiene que estar absolutamente claro que las Fuerzas Armadas, llámese Ejército, la Marina y la Aviación, se van a quedar en sus cuarteles cuando den el zarpazo contra el Congreso, y por supuesto que la Policía les va a ser funcional.
Aparentemente Cervantes ya está del lado de ellos. Por algo han tomado DIRCOTE y tienen información importantísima que buscar, encontrar y destrozar para que todos los Bermejos, Cerrones y Bellidos anden tranquilos y contentos, y sigan diciendo que no tienen nada que ver con Sendero Luminoso o el MRTA.
La situación, amigo lector de La Razón, no es mala, es malísima y pésima. Si alguien se ponía a pensar hace un año y le decía a cualquier observador que en Afganistán iban a ganar los talibanes e iban a empezar a matar a las mujeres por tomar taxis solas, uno lo hubiera tomado por loco.
Bueno, nosotros estamos cerca del fin. En Afganistán tienen sus talibanes, nosotros tenemos nuestros terrucos que ciertamente ya comenzaron a gobernar. La oposición tiene que ser fría y sólida.
El camino de la vacancia es el que se tiene realizar, pero tienen que dejar de perder el tiempo en tonterías y despreocuparse de cosas absolutamente secundarias. No puede seguir siendo Presidente Castillo ni podemos tener un régimen repleto de terrucos.
El que no lo quiere entender se está jugando la vida, mejor dicho se está suicidando lentamente.