Por: Phillip Butters / Ayer fue un día particularmente adverso para Martin Vizcarra. Para comenzar, a primera hora de la mañana el Congreso echó por tierra, la torpe moción de censura para con el Presidente y su directiva. Con 93 votos contundentes fue respaldado por el pleno del Congreso. Pero lo que más le debe haber dolido al “íntimo amigo, más que amigo” de Richard Swing, es que en el Tribunal Constitucional también le metieron un portazo. Frente a la pretensión de Eloy Espinoza Saldaña y Marianela Ledesma, Presidenta del Colegiado y además ponente de la causa, en donde supuestamente Vizcarra aduce que tendrían que darle un blindaje frente al Congreso.
Bueno pues, le dijeron que no, y ¿cómo es eso amigo lector de LA RAZÓN? Simple y sencillamente, el pleno de Tribunal Constitucional se declaró que no trabajaba a “full” para los intereses del Presidente y que su “causa” sería vista este próximo jueves. Y allí existen dos posibilidades. La primera, es que admitan la demanda competencial, y que en buen romance, el Presidente tenga un escudo para no ir al Congreso para ver el tema de su vacancia el día viernes. La otra es que no se la admitan, con lo cual se le abren varias vertientes, todas vergonzosas y bochornosas.
Para comenzar podría optar por enviar a su abogado a dar explicaciones muy ligeras habiendo ya, seguramente “arreglado” con la bancada de Acuña, su inmunidad presidencial y por supuesto, con una “secuestrada” Keiko Fujimori que no va a querer hacer de “la mala” vacando a Vizcarra. La otra opción, que sería la más “potable” es que vaya él al Congreso y que dé explicaciones amplias sobre sus relaciones interpersonales y profesionales no solamente con Richard Swing, sino con su ex Secretaria de Palacio, Miriam Morales y con su Secretaria Personal, Karem Roca Luque. Y la verdad es que lo que creo que va a hacer es terminando de pactar y arrodillarse con diversos sectores políticos y optar por la vergonzosa presencia de algún letrado, porque seguramente abogados no le faltarán, que vaya y que diga cuatro cosas habiendo ya el pactado su vergonzosa presencia en el Estado. Por supuesto, está también la posibilidad de que el Congreso lo vaque o que el mismo renuncie; pero es demasiada dignidad, para ambos lados de una misma moneda de vergüenza profunda.
El problema es el siguiente. ¿Qué pasa la próxima semana si aparece otro audio de Miriam Roca Luque? ¿Alguien se ha puesto a pensar que pase si otra vez a Richard Swing se le ocurre dar una alocución de hora y media en los televisores y las radios de todos los peruanos? ¿Cómo queda el Presidente con todo el Perú pensando en que el señor tiene escándalos de índole sexual con una persona, vamos a decir, de los modos de Richard Swing? Imagínense ustedes si salen más audios que hablen de presuntas fechorías de “testaferros” de “cajeros”, de “amantes”, de “amigos más que amigos”. Es en buen romance, un destino infeliz, el que le espera a Martín Vizcarra Cornejo en el “sillón de Pizarro”. Desprestigiado, el dueño de los memes, de la burlas, de las mostazas, de las risas, de los “mandiles rosados” y, penosamente, el Presidente del Perú.
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