Por: Phillip Butters / Todos sabemos que los peruanos tenemos nuestros usos, nuestras costumbres, nuestras efemérides, nuestras festividades, y muchas de ellas; tienen que ver con nuestro credo católico y evangélico. Festejados así la navidad y, como es obvio, ya nos acostumbramos a comer o pollito, o pavito o chanchito o tamalitos. Pero por supuesto, el panetón es parte elemental de la alimentación de los peruanos y ¿cómo no? el «champancito». Aunque sea baratito y «bambeadito» es nuestra costumbre. Y para la pascua, el panetón siempre es bueno. Y así, tenemos nuestro menú navideño.
Pues bien, estamos en plena Semana Santa. Hoy, es Viernes Santo y nosotros los peruanos, prácticamente todos, incluidos, los que no son creyentes, ya tenemos como costumbre comer nuestro «pescadito» sea frito, sea arrebozado, sea sudado. El bacalao que ya sabemos que no es bacalao, pero lo preparamos igual. O nuestro pulpito. O nuestro cebichito. Así somos nosotros. Y eso, es bien difícil que lo cambie un Decreto, aunque lo haya incluido esta pandemia mundial del coronavirus. La realidad es que el Gobierno ha tomado una serie de medidas inconexas y que atentan, evidentemente, contra algunos intereses. Esto es algo natural, porque cuando llueve todos se mojan. Ciertamente, dejar de comer pescado no nos mata, pero el coronavirus sí puede hacerlo.
Pero particularmente, el sector de la gastronomía se ha visto muy afectado y, como es obvio, los restaurantes están cerrados y han cortado la cadena de suministros. Y todos sabemos que mucha de la pesca artesanal y todos los productos marinos terminan en los restaurantes.
Peco además, sabemos que como consecuencia de la cuarentena, los pescadores han podido salir a faenar lunes, pero no han podido faenar martes, jueves y sábados. Y, para que se entienda el drama que se está viviendo, hay que retroceder al sábado pasado, donde los pescadores hombres no pudieron faenar. Y ahí, vino el domingo donde nadie pudo salir a comprar. Y después salieron el lunes y salieron a faenar desde las 6 de la mañana, pudiendo realmente tener muy poca cantidad de pescado. Y vimos las desgracias que se hicieron en los terminales de Chorrillos, de Ancón, de Villa María del Triunfó que son pues los más reconocidos y populares para el abastecimiento de las especies que a todos nos gustan. Yo puedo contar como anécdota que estuve en el súper mercado Wong y todo lo que había era tilapia y salmón importados. Y eso es lo que tuve que comprar porque es lo que había. Tuve la suerte de tener el dinero y la oportunidad.
Pero hay mucha gente que no ha tenido esa suerte. Y señores, la desgracia de hoy es que no hay pescado porque ayer nadie faenó. Y mañana va a pasar lo mismo. Por su puesto, el domingo nadie va poder comer pescadito. Y por supuesto, todos los gremios pesqueros están muy dolidos por la situación y tuvieran el derecho si tuviesen la cultura o la visión de vicia de la familia Mohme ,de exigirle al Gobierno que les dé un bono directo a ellos. O que les ponga publicidad con la cara de Vizcarra en cada una de las lanchitas que hay en el Perú, en las caletas de Puerto Eten, Salaverry, Chimbote, Ilo, Matarani, porque ¿puertos hay en todo el Perú? Imagínense, la situación de los tumbesinos para no seguir nombrando a todo el litoral peruano. Ya por supuesto, pónganse en el pellejo de Gastón o de Rafael Osterling que no tienen cómo sustentar sus negocios como todos los otros de gastronomía ciertamente ¿Se imaginan a Gastón que todo el mundo sabe que tiene plata, igual que Osterling, pidiendo al Estado que todo su personal vaya a sus restaurantes y que la cuenta la pague «Papá Gobierno». La crisis es grande. Cuando menos la torpeza de hombres y mujeres va a ser anulada la próxima semana. Pero de que acá ha habido errores, ¡HAN HABIDO ERRORES! Y seguimos esperando señor Presidente saber ¿cuánta gente cobró el bono? Y cuanta gente ¡Por Dios Santo! ¿Va a poder acceder a esos 380 soles en el futuro? Porque la verdad ahorita no hay ni para comer ni un poquito de»pescadito»y la cuarentena seguirá por 16 días más a partir de mañana.