Hace poco en una conferencia a la que asistí, hicieron referencia a la obra «El Mundo es Ancho y Ajeno» del escritor peruano Ciro Alegría, que revela una cruda realidad sobre la desigualdad social y la lucha por la supervivencia en un entorno hostil. Aunque la novela fue escrita en la década de 1940, sus temas continúan resonando en el mundo contemporáneo, especialmente en relación con la crisis climática. En esta columna, quiero resaltar cómo los temas de desigualdad y cambio climático se entrelazan en la obra de Alegría y cómo se reflejan en nuestra realidad actual.
La obra de Ciro Alegría retrata vívidamente la desigualdad social en las comunidades indígenas de los Andes peruanos durante el siglo XX. Los personajes principales luchan por sobrevivir en un entorno dominado por terratenientes y una estructura social injusta. La explotación de los campesinos por parte de los terratenientes y la falta de acceso a recursos básicos como la tierra y el agua son temas recurrentes en la novela. A través de la narrativa de Alegría, se muestra cómo estas disparidades perpetúan un ciclo de pobreza y opresión, esta visión cruda y realista de la vida en las comunidades indígenas, destacando las injusticias sociales que persisten en muchas partes del mundo. Su estilo narrativo me provoca empatía y conciencia sobre las luchas diarias de aquellos marginados por el sistema establecido.
En la actualidad, la desigualdad social sigue siendo una realidad en muchas partes del mundo, y se ve agravada por la crisis climática. Las comunidades vulnerables son las más afectadas por los impactos del cambio climático, a pesar de ser las menos responsables de su causa. La falta de acceso a recursos, la pérdida de medios de subsistencia y la vulnerabilidad a desastres naturales son solo algunas de las consecuencias que enfrentan estas comunidades.
Al igual que en la obra de Ciro Alegría, la realidad actual muestra cómo la desigualdad social y la injusticia ambiental se entrelazan para perpetuar la brecha de aquellos en situación de vulnerabilidad. Este paralelismo subraya la importancia de abordar tanto la desigualdad como el cambio climático de manera integral para lograr un cambio significativo.
Al igual que los personajes de «El Mundo es Ancho y Ajeno» luchan por un futuro mejor, en la actualidad existen movimientos sociales y políticas que buscan abordar tanto la desigualdad como el cambio climático. La justicia climática, que busca equidad en la respuesta a la crisis climática, está ganando impulso en todo el mundo. Los esfuerzos para fortalecer la resiliencia de las comunidades vulnerables y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero están en marcha en muchos niveles. La resistencia y la solidaridad son elementos clave en la lucha contra la injusticia, en la realidad contemporánea vemos cómo la acción colectiva puede generar un cambio significativo.
Quiero finalizar al lector que si no ha leído «El Mundo es Ancho y Ajeno» de Ciro Alegría puede hacerlo ahora, pues nos deja una gran enseñanza, por ejemplo en este ejercicio que hago al vincular los temas de la novela con la crisis climática actual, podemos comprender mejor cómo estas injusticias están interconectadas y cómo podemos trabajar hacia un futuro más equitativo y sostenible. A través de la empatía, la solidaridad y la acción colectiva, podemos construir un mundo donde la amplitud del mundo sea compartida por todos sus habitantes.
