Esta tendencia se origino mediante la difusión de fotografías con un enfoque de perfección que no siempre resulta ser como se espera
La estética de los viajes es una parte importante de la planificación para las vacaciones. Para la revista Vogue, la Generación Z es la principal agrupación que recurre a plataformas de inspiración como la de Pinterest, un aclamado sitio web donde se encuentran todo tipo de imágenes que muestran una fantasía exagerada e irreal acerca de los viajes y tendencias de moda. todo a un alto nivel de perfección. Y aunque no esta mal admirar la belleza de la fotografías, muchos de estos lugares hermosos a los que se viaja, pues en la vida real no suele darse así. no como lo imaginamos.
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Las redes sociales contribuyen en la denominada «cultura de la comparación», o también llamada stylist, tendencia que nos envuelve rápidamente en el un imaginario cuando vemos las fotos perfectas de una persona en sus redes sociales, y comenzamos a comparar y hasta sentir algo de envidia por ese nivel de «lujo» que se puede dar esa persona.
Anteriormente se ha dicho que nada es lo que parece, y aquí es donde esa frase cobra sentido. La estética viajera está por todas partes, sobretodo en las plataformas sociales. Aquí lo importante es que si uno viaja a un lugar buscando una estética basada en solo encontrar la perfección en cada cosa que se ve pues, existe un mayor riesgo de experimentar una gran decepción.
La problemática más grave para los usuarios y para el sector turístico es que la estética de los viajes reduce casi por completo un destino, si solo nos basamos en los hechos que se muestran en una serie de cliché y estereotipos la cultura se vera cada vez mas afectada. En la era de las redes todo es muy estereotipado y la mayoría quiere tener la misma experiencia o sensación que le trasmite la simple imagen publicada, debemos aprender a no caer en los juegos de las redes, que ninguna imagen es tan perfecta o irreal como se piensa, solo son composiciones de pixeles unidos que dan origen a la «estética» de un país o ciudad que a lo largo de los años, la televisión, el cine, las revistas, las guías de viaje y, sobre todo, las redes sociales, nos han mostrado. Uno debe vivir su propia experiencia sin seguir modas que lo hagan obtener más likes.