El tránsito vehicular en el puente Ricardo Palma, que conecta el Centro de Lima con el Rímac, permanecerá cerrado indefinidamente debido a trabajos de reparación.
La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) anunció que 22 rutas de transporte público han alterado sus recorridos debido al cierre total del puente Ricardo Palma, cuya infraestructura se encuentra en riesgo de colapso. La Municipalidad de Lima, a través de Emape, tomó la decisión de clausurar el tránsito vehicular por este puente tras los daños provocados por dos camiones de carga pesada que no respetaron la altura máxima permitida.
El cierre, que será indefinido mientras duren los trabajos de reparación, tiene como objetivo garantizar la seguridad de los usuarios y restablecer el flujo vehicular de forma segura. Según estimaciones de Emape, las labores podrían extenderse al menos por dos meses.
Para mitigar el impacto en el servicio de transporte público, la ATU, en coordinación con la Policía Nacional, ha implementado un plan de desvíos. Se espera que, durante este tiempo, se mantenga un control riguroso para garantizar que solo las rutas autorizadas utilicen las vías alternas establecidas, como las avenidas Alfonso Ugarte, José Carlos Mariátegui y el puente Huánuco.
Desvío de más de 1100 vehículos
En total, 1169 vehículos de transporte público, entre ómnibus y microbuses, han variado sus rutas desde que se cerró el puente. De estos, 162 unidades fueron desviadas hacia la avenida Alfonso Ugarte, 167 por la avenida José Carlos Mariátegui, y otras 840 a través del puente Huánuco. Estos cambios buscan asegurar la continuidad del servicio, minimizando los efectos sobre los usuarios que diariamente utilizan estas rutas.
La ATU también se ha comprometido a colaborar con la Policía Nacional mediante su personal en campo para agilizar el flujo vehicular en las vías alternas y supervisar que el plan se cumpla a cabalidad. Se espera que los usuarios consulten las rutas modificadas a través de los canales oficiales.
El cierre del puente Ricardo Palma representa un desafío para el sistema de transporte en Lima, pero las autoridades aseguran que las medidas adoptadas buscan reducir los inconvenientes mientras se restauran las condiciones seguras de transitabilidad.