Por: Martín Valdivia Rodríguez
Las bancadas del Congreso de la República ya tomaron posiciones más que obvias respecto al proyecto de adelanto de elecciones. Ayer se reunieron con el presidente Martín Vizcarra los representantes de las bancadas de Peruanos por el Kambio, Nuevo Perú, Frente Amplio, Bancada Liberal, Unidos por la República y Cambio 21, todos ellos muy preocupados ante la posibilidad de un rechazo al proyecto del Ejecutivo y qué se haría en caso de darse esta medida.
Cómo no, los rojos del Frente Amplio y Nuevo Perú aprovecharon la oportunidad para solicitar se evalúe la posibilidad de un pedido de cuestión de confianza y, de ser posible, hasta de convocar a una Asamblea Constituyente. ¿Se imaginan? Una Asamblea Constituyente. Sí, así de perverso este pedido de los zurdos, pretendiendo fomentar más inestabilidad política en momentos en que es necesario crear un clima de confianza y entendimiento entre todos los peruanos.
Imaginamos los nuevos artículos que impulsarían los rojos en esa nueva Constitución, probablemente emulando a la Bolivia de Evo Morales o la Venezuela de Maduro. Una Asamblea Constituyente en estos momentos no tiene pies ni cabeza, siendo un recurso muy utilizado por los zurdos latinoamericanos cuando pretenden crear caos e inestabilidad política.
Esta reunión nos ha servido también para conocer de primera mano que partidos están del lado de la democracia y del respeto a las normas vigentes, sin la necesidad de patear el tablero. El Perú, lo hemos dicho hasta el cansancio, no está para experimentos de última hora ni para aventuras políticas que nadie sabe cómo terminarán. Ya bastante hemos tenido con el hecho de la renuncia del presidente que la mayoría de peruanos eligió hace tres años, Pedro Pablo Kuczynski, y que tuvo que dejar su cargo en favor de su vicepresidente Martín Vizcarra. Esta fórmula presidencial debe terminar su mandato el 28 de julio de 2021, sin alterar el orden democrático.
Muchos peruanos no estamos de acuerdo con este proyecto de adelanto de elecciones y, particularmente en mi caso, no lo hago por ningún tipo de posición política o apoyando al Apra o al fujimorismo. Nuestra posición obedece a cumplir con estricta transparencia los principios democráticos que todo buen peruano debe defender. Por más que no nos gusten muchos congresistas o expresemos que el presidente Vizcarra no está preparado para conducir los destinos del país, son las reglas del juego.
Demostremos que el Perú es una democracia sólida y que el respeto a la Constitución es un deber sagrado de todo buen peruano y tenemos que respetarla, nos guste o no. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
