Hoy se cumplen 64 años desde que la perrita Laika fue lanzada al espacio gracias a la Unión Soviética y Estados Unidos.
Cada 3 de noviembre se recuerda el lanzamiento del primer ser vivo al espacio, la perrita callejera Laika. Este año se cumplen 64 años desde que la nave Suptnik 2 despegó gracias al programa espacial soviético.
Por ello, la agencia espacial rusa Roscosmos conmemora el hito histórico ocurrido en medio de la carrera espacial entre la Unión Soviética y Estados Unidos.
De ese modo, el 3 de noviembre de 1957, Sputnik 2 fue puesto en órbita con el primer ser vivo en llegar al espacio. La única tripulante de la nave era Laika.
Los científicos soviéticos encontraron a Laika calles de Moscú mientras buscaban «candidatos para astronautas» como perros callejeros. Ya que consideraban que estaban preparados para afrontar situaciones más extremas.
Después de ser elegida, pasaron 12 días para que su nave fuera lanzada al espacio.
Viaje sin retorno
La nave Sputnik 2 se acondicionó para Laika con un dispositivo para alimentarla y un regenerador de aire. Sin embargo, era poco probable que sobreviviera.
“Lamentablemente todo el mundo lo entendía: iba a ser un viaje sin retorno”, comenta Roscosmos.
El nombre original de Laika era “Kudryavka” y llevaba un arnés, con electrodos que monitoreaban sus signos vitales.
Se informó que en una cabina sellada y separada del resto viajaba la perra Laika, cuyo nombre original era “Kudryavka”.
La cabina presurizada del Sputnik 2 le permitía estar acostada o en pie y estaba acolchada. Un sistema regenerador de aire le proveía de oxígeno, la comida y el agua se encontraba en forma de gelatina.
También estaba sujeta por un arnés, con electrodos que monitoreaban sus signos vitales.
Sin embargo, en el 2002, fuentes soviéticas revelaron que Laika había muerto a las pocas horas debido al sobrecalentamiento y el estrés.
“Laika murió por sobrecalentamiento luego de realizar cuatro órbitas”, explica la agencia Roscosmos. Otras versiones indican que murió luego de que se quedó sin oxígeno en el sexto día en órbita.
Después de este trágico viaje de Laika, los científicos soviéticos mejoraron sus programas espaciales. Siendo así, en agosto de 1960, las perras Belka y Strelka pasaron un día en el espacio en el Sputnik V, regresando vivas.
Finalmente, con la evolución de la ciencia, el 12 de abril de 1961, Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en viajar al espacio exterior.