Así, se adueñaron de la cima del grupo de la Liga de Campeones, la «Pulga» siguió la acción en la tribuna
Pese a la ausencia de Lionel Messi (fractura de radio), quien siguió las acciones en la primera fila de una de las tribunas, los de Ernesto Valverde resolvieron un compromiso que se les pudo haber hecho mucho más complicado de la cuenta.
El quiebre del marcador se produjo a través del reemplazante de la Pulga, Rafinha, quien en la previa le ganó la pulseada al francés Dembelé y aprovechó un centro milimétrico de Luis Suárez.
En el complemento, a falta de poco para el final, el incansable Jordi Alba puso cifras definitivas al encuentro que depositó en lo más alto de la tabla del Grupo B de la Liga de Campeones.
Los italianos no pudieron hacer valer su jerarquía. A Mauro Icardi le llegó poco el balón y Lautaro Martínez, quien ingresó a falta de media hora para el final, tampoco pudo preocupar con su potencia a la última línea catalana.