Los recientes sismos en Chimbote evidenciaron la vulnerabilidad de la costa norte; el IGP alertó que el silencio sísmico y la autoconstrucción incrementan el riesgo ante un evento mayor.
Los sismos registrados en Chimbote dejaron decenas de personas heridas y daños en infraestructura pública y privada. El Instituto Geofísico del Perú (IGP) advirtió que estos eventos confirman la alta exposición sísmica de la ciudad y de la costa norte del país, en un contexto donde persisten brechas en prevención y planificación urbana.
Sismos en Chimbote y balance de daños
Las inspecciones posteriores a los movimientos telúricos detectaron afectaciones en colegios, hospitales y edificaciones públicas. Las autoridades locales informaron que varias estructuras presentaron fisuras y fallas, lo que obligó a realizar evaluaciones técnicas para determinar su habitabilidad y continuidad de servicios esenciales.
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IGP: factores que elevan el riesgo sísmico
El presidente del IGP, Hernando Tavera, explicó que el peligro sísmico se incrementa por el prolongado silencio sísmico en la zona, el crecimiento urbano desordenado y la expansión de la autoconstrucción sin supervisión técnica. Precisó que los sismos moderados no disminuyen la probabilidad de un terremoto de mayor magnitud, descartando esa creencia extendida entre la población.
Preparación ciudadana y sistema de alerta
Autoridades municipales reconocieron deficiencias en el sistema de alerta temprana tras los sismos en Chimbote. Desde el IGP se reiteró que la reducción del impacto ante futuros eventos depende, en gran medida, de la preparación de la ciudadanía, la ejecución de simulacros y el cumplimiento de normas de construcción sismorresistente.
Los sismos en Chimbote reabren el debate sobre la preparación del Perú frente a un gran terremoto. Especialistas del IGP insisten en que fortalecer la cultura de prevención y mejorar la planificación urbana es clave para mitigar riesgos en una de las zonas con mayor actividad sísmica del país.





