Chinos creen que fue EEUU el que “sembró” el virus en Wuhan
Días complejos estos. Días extraños, marcados por el miedo, la incertidumbre, la fatalidad. Días en que una sola palabra ha copado nuestros sentidos: Covid-19, la pandemia que hoy azota al mundo dejando una estela de muerte y destrucción por doquier. Este 2020 sin duda no será olvidado por muchos años, pasando esta historia de generación tras generación. Una historia plagada de miles de historias menudas que van tejiendo la gran anécdota de la supervivencia humana, una historia sin fin desde que el homo sapiens se puso de pie y comenzó a conquistar el mundo. Hoy el coronavirus es materia de conversación y motivo de esfuerzos científicos para encontrar su cura final. Como muchos casos que sorprenden a la humanidad, esta pandemia no ha escapado de diversas teorías de la conspiración que no dejan de sorprender. Las redes sociales son los mejores vehículos para propagar estas historias de gobiernos, espías y científicos locos que pretenden desbaratar imperios y hundir economías. Esto no es raro: cuando el hombre no encuentra explicación a sus miedos, suele inventar teorías conspirativas que, en muchos casos, se basan en principios muy elementales.
Teorías conspirativas
Pero, ¿de dónde viene el coronavirus? La versión “oficial” es que, a pesar de que su origen es desconocido, podría proceder de un mercado de la ciudad de Wuhan, donde se comercializan animales como los murciélagos, principales sospechosos de ser portadores del virus. Esta es la versión que comparten los expertos, pero las teorías acerca del verdadero origen no están demasiado claras. Decimos “verdadero”, porque hay más de uno que asegura que esta pandemia no es una casualidad, sino posiblemente fabricada por el propio ser humano como plan para exterminar a parte de la humanidad.
Los hay que aportan hasta “pruebas”: su origen estaría en una novela de hace casi cuarenta años, “Los ojos de la oscuridad”, de Dean R. Koontz, que contaba cómo un arma biológica, denominada casualmente virus Wuhan-400, llegaba al mundo ‘alrededor de 2020’ y que contiene demasiadas coincidencias con la situación que se está viviendo actualmente.
Otros, por su parte, tienen otra teoría: que el virus se “inventó” en un laboratorio de investigación chino: el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Wuhan (WHCDC), donde se trabaja bajo el máximo nivel de seguridad existente a nivel biológico, reservado para microorganismos extremadamente peligrosos.
Según los amantes de la conspiración en Internet, que hay muchos, el virus podría provenir de los laboratorios de máxima seguridad, situados a escasos metros del mercado de donde la versión “oficial” señalaría que podría proceder el virus y que se dedica, entre otras cosas, a la recogida e identificación de patógenos. Investigadores que allí trabajan habrían creado el virus a propósito o por accidente, y que se habría propagado sin remedio. A todos nos gusta una buena conspiración, pero esta teoría ya se ha desmentido. Nada menos que 27 investigadores especializados en salud pública han lanzado un manifiesto en el portal The Lancet en el que han negado estas teorías y han querido recalcar el peligro de la circulación de este tipo de noticias que generan desinformación y pánico entre la población.
La ciencia dice no
“Hemos comprobado cómo los científicos, expertos en salud pública y profesionales médicos en China han trabajado de manera diligente y eficiente para identificar de manera rápida este brote, han puesto en marcha las medidas necesarias para reducir su impacto y han compartido sus resultados con la comunidad sanitaria a nivel mundial con total transparencia”, dicen, en el manifiesto publicado, “Condenamos fuertemente las teorías de la conspiración que sugieren que el coronavirus no tiene un origen natural. Estos rumores y desinformación ponen en peligro la publicación abierta, rápida y transparente de datos sobre esta epidemia”.
Los expertos han confirmado además que, a nivel científico, no podría ser posible. La evidencia muestra que el virus necesita de un transmisor intermedio para poder expandirse, y eso no se ha dado en laboratorios de ningún sitio, sobre todo teniendo en cuenta que los transmisores que se barajan en la actualidad son de tipo animal, como los mencionados murciélagos u otros animales como ciervos o serpientes.
Lo que deberíamos preguntarnos además de su posible origen, es si se puede detener la transmisión del coronavirus. Los expertos aseguran que la cadena se podría frenar si se lograran controlar el 50% de los posibles contagios. Una tarea difícil, sobre todo si tenemos en cuenta que hay casos de contagio que no tienen siquiera relación directa con casos raíz, sino que han infectado de manera secundaria y pueden presentarse asintomáticos (a las que no se puede identificar, pero que se calculan en un 20%). Contener el virus no es fácil, pero sí posible, al menos fuera de China.
Lo inventaron los gringos
De otro lado, un destacado funcionario chino afirma que el ejército de Estados Unidos podría haber llevado el nuevo coronavirus a China, y que no se originó en la ciudad de Wuhan, como se pensaba.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, publicó a sus más de 300.000 seguidores en Twitter un video de Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., dirigiéndose a un comité del Congreso de EE.UU. el 11 de marzo.En el video, Redfield dijo que algunas muertes por influenza en EE.UU. se identificaron más tarde como casos de COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Redfield no dijo cuándo habían muerto esas personas o durante qué período, pero Zhao hizo sus comentarios para respaldar una creciente teoría de conspiración de que el coronavirus no se originó en la provincia de Hubei, en el centro de China. Sin embargo, no ofreció ninguna otra evidencia para esta afirmación.
“¿Cuándo comenzó el paciente cero en EE. UU.? ¿Cuántas personas están infectadas? ¿En qué hospitales? Puede que haya sido el ejército de EE. UU. el que trajo la epidemia a Wuhan. ¡EE.UU. nos debe una explicación!”, dijo el funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores. Cientos de atletas del ejército de EE.UU. estuvieron en Wuhan para los Juegos Mundiales Militares en octubre de 2019. Partes de las redes sociales chinas, e incluso el gobierno del país, parecen haber lanzado una campaña concertada para cuestionar el origen del nuevo coronavirus, que ha infectado a más de 125.000 personas en todo el mundo.