El peor en ocho décadas deja centenares de heridos y derrumbes de edificios
La madrugada de ayer, Albania ha vivido el peor sismo en las últimas cuatro décadas y hasta el cierre de esta información se habían registrado 18 muertos y centenares de heridos.
La tierra tembló poco antes de las cuatro de la madrugada al norte de la capital, en Tirana, y sepultó a la mayoría de víctimas mortales bajo los edificios en los que vivían.
El sismo, de magnitud 6,4 en la escala de Richter, se sintió también en los países vecinos de Bosnia y Serbia.
Tras el sismo, los servicios de emergencia, policías y militares se afanaban ayer en buscar supervivientes entre los escombros de los inmuebles destruidos. La UE y varios países socios movilizaron equipos de búsqueda.
El epicentro del potente terremoto se situó en el mar Adriático, a 34 kilómetros al noroeste de la capital albanesa y a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
A la primera sacudida le siguieron decenas de réplicas, lo que incrementó el pánico de la población, que pasó horas a la intemperie o refugiados en sus coches, “El techo cayó sobre nuestras cabezas, no sé cómo salimos de ahí. Dios nos ayudó”, contaba ayer Marjana Gjoka, de 48 años, que estaba durmiendo con una sobrina cuando el seísmo sacudió el cuarto piso de un edificio de cinco plantas en Thumanë, una de las localidades más afectadas.
La mayoría de víctimas quedaron sepultadas bajo los edificios destruidos. “Es terrible, espero que consigan sacarlos”, afirmó en Dürres Astrit Cani, de 25 años, ante la montaña de escombros bajo la cual estaban sus vecinos.
La solidaridad salió a relucir en medio del desastre. No solo cuerpo de bomberos o policía de rescate participaron en las bores de búsqueda de sobrevivientes, sino también una inmensa comunidad civil, según información de las agencias.