Tras el terremoto de magnitud 7,6 que golpeó este lunes la costa occidental, Japón teme que haya más víctimas bajo los escombros
El sismo de magnitud 7,6 que afectó la costa occidental del centro de Japón el lunes ha ocasionado al menos 48 fallecidos, según la cadena de televisión NHK. La fuente indica que existe la posibilidad de que haya más personas atrapadas bajo los escombros de edificaciones colapsadas.
Wajima, ubicada aproximadamente a 500 kilómetros de Tokio y cercana al epicentro del terremoto, está siendo la más afectada por el sismo. Alrededor de 25 edificaciones, incluyendo numerosas viviendas particulares, colapsaron en esta ciudad de unos 27,000 habitantes.
Las autoridades de la prefectura informaron que entre los fallecidos se registran 19 en Wajima, 20 en Suzu, 5 en Nanao, 2 en Anamizu, 1 en Hakui y 1 en Shiga. Además, la región ha experimentado significativos daños estructurales e incendios.
El peor terremoto en Japón de los últimos años ocurrió este lunes a las 16 horas (hora local). Con un epicentro a unos diez kilómetros de profundidad, este sismo fue el más fuerte de una serie de alrededor de treinta temblores y réplicas que continuaron durante el primer día del año, obligando a la evacuación de 100,000 personas.
Después de los temblores, la Administración Meteorológica Nacional de Japón inicialmente advirtió sobre la posibilidad de tsunamis con olas de hasta cinco metros. Sin embargo, con el paso del tiempo, la alerta se redujo a un simple aviso. Aunque algunas áreas experimentaron olas fuertes, estas fueron considerablemente menores de lo anticipado inicialmente. A pesar de ello, las autoridades instan a la población evacuada a no regresar a sus hogares.
Adicionalmente, se advierte que la amenaza persiste. De acuerdo con los especialistas de la agencia japonesa, las réplicas persistirán a lo largo de la próxima semana. Los próximos dos o tres días son especialmente peligrosos, ya que existe la posibilidad de experimentar fuertes temblores con magnitudes superiores a 7. Los sismólogos japoneses instan a los residentes locales a mantener extrema vigilancia en este sentido.
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El martes, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, anunció en una conferencia de prensa que asumirá personalmente la dirección de la gestión del desastre. Declaró: «Me encargaré como director general, coordinando las acciones de las Fuerzas de Autodefensa, la Guardia Costera de Japón, los bomberos y la policía».
El mandatario afirmó que el acceso a las áreas del norte de la península de Noto está siendo sumamente complicado para los vehículos, y señaló que el Gobierno ya ha enviado suministros por vía marítima.
El jefe del gobierno japonés instó a los residentes de las áreas afectadas a «actuar con precaución», ya que advirtió sobre el creciente riesgo de colapsos de viviendas y deslizamientos de tierra en lugares donde los temblores fueron intensos.
Un contingente de alrededor de 1,000 miembros de las Fuerzas de Autodefensa de Japón está participando en las operaciones de rescate. Actualmente, el número de hogares sin electricidad, especialmente en Ishikawa, se estima en decenas de miles.
La ciudad de Wajima en Ishikawa ha sufrido el mayor impacto del terremoto. Las autoridades locales han confirmado el colapso de una decena de edificios, algunos incendiados. Se está llevando a cabo un dispositivo especial de rescate para buscar a seis personas desaparecidas bajo los escombros.
Además, alrededor de 36,000 hogares en la municipalidad han perdido el suministro eléctrico, y unas 51,000 personas han sido desplazadas a refugios.
Las imágenes capturadas por la emisora pública NHK este martes por la mañana revelaron un edificio de siete pisos derrumbado y humo elevándose en una zona central de Wajima, reconocida por su mercado matutino.
En la prefectura de Ishikawa, se desató un incendio que ha impactado a más de 200 estructuras y, aunque persiste en algunas áreas, las autoridades indican que hay pocas posibilidades de que se propague aún más.
Los impactos del terremoto han cruzado fronteras, generando alertas de tsunami en la costa occidental de Sajalín por parte de Rusia. Alertas similares se han emitido tanto en Corea del Sur como en Corea del Norte.
Las autoridades japonesas han confirmado la revisión de todas las centrales nucleares en la zona afectada por los temblores. Aunque algunas han experimentado daños y derrames de petróleo, hasta ahora se descartan graves amenazas para la seguridad.
El reciente terremoto de magnitud 7,6 y las subsiguientes alertas de tsunami han evocado la memoria del devastador terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011 en el noreste de Japón, que resultó en la trágica pérdida de 18,000 vidas.
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