Los problemas de comunicación han dificultado la obtención de una imagen completa de la situación en Tonga.
Si bien es cierto, no se ha confirmado ninguna muerte, pero las comunicaciones siguen paralizadas e impiden el conocimiento general de la destrucción. Aun estando a más de 10.000 km de distancia del volcán, dos personas se ahogaron en una playa al norte de nuestro país. El hecho ocurrió en la playa Naylamp, provincia de Chiclayo según se sabe, por un oleaje anómalo el día sábado. Se desconoce aún el contexto sobre donde estaban ubicadas en la playa cuando golpearon las olas al litoral peruano.
Se cree que hasta 80.000 personas habrían resultado afectadas por el evento como lo indicó la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja a la BBC.
La Alta Comisión de Nueva Zelanda en Tonga publicó en Facebook: «Se han informado daños significativos a lo largo de la costa occidental de Tongatapu, incluidos los centros turísticos y la zona costera del norte de Nuku’alofa» refiriéndose a la isla principal de Tonga. «Queda una gruesa capa de ceniza en Tongatapu», agregó. En particular, hay mucha incertidumbre sobre la condición de vida en las islas exteriores remotas.
Los habitantes de la ciudad de Tonga describen el lugar como un paisaje lunar tras haber sido cubierta por una capa de ceniza volcánica. Varios videos mostraron los atascos de tráfico y cómo muchos huían en autos de las zonas más bajas. Horas después, las líneas de teléfono e internet se cayeron en Tonga, dejando sin prácticamente comunicación a los 105.000 residentes de la isla.
Los expertos aseguran que la erupción del volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai es una de las más violentas en la región en décadas. Imágenes de satélite muestran que algunas islas menores han sido completamente sumergidas bajo el agua. Nueva Zelanda y Australia están enviando vuelos de vigilancia para evaluar el alcance de los daños. La erupción provocó alertas de tsunami en varios países, incluyendo Chile, Estados Unidos y Japón. Algunas inundaciones se reportaron en zonas costeras en California y Alaska.