Con pérdidas de hasta el 90% de sus efectivos, antes hicieron fuego sobre civiles con un saldo de 5 muertos y 20 heridos.
Rusia aseguró ayer que las tropas ucranianas se están retirando de la ciudad de Severodonetsk, la última gran ciudad de la república separatista de Lugansk, tras haber sufrido «pérdidas críticas”, que llegarían hasta el 90% en algunas de sus unidades militares.
«Las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania, han procedido a retirarse habiendo sufrido pérdidas críticas -hasta el 90 % en algunas unidades- durante la batalla por Severodonetsk, se retiran a Lisichansk», señaló el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de Rusia, Mijaíl Mizíntsev, en un comunicado.
Lisichansk es la ciudad vecina de Severodonetsk y estratégicamente mejor posicionada al encontrase a una mayor altura, según ha dicho en los últimos días el gobernador de Lugansk, Serhiy Gaidai.
El coronel general Mijaíl Mizíntsev aseguró además que Kiev ordenó a las tropas ucranianas colocar explosivos en tanques de la planta química Azot con salitre y ácido nítrico, cuyo volumen supera las 100 toneladas.
Mizíntsev sostuvo que el plan de las autoridades ucranianas es hacer estallar estos tanques con productos químicos tóxicos para retrasar la ofensiva de las Fuerzas Armadas rusas creando «una zona de contaminación química».
Previamente Gaidai afirmó que las fuerzas ucranianas habían retomado el 20 % de la ciudad de Severodonetsk, con lo cual las tropas rusas volvían a controlar aproximadamente la mitad de la urbe.
Fuego sobre civiles
De otro lado, cinco personas perdieron su vida y otras 20 resultaron heridas tras disparos sobre poblaciones civiles la República Popular de Donetsk (RPD) en las últimas 24 horas, informó la representación de la república en el Centro Conjunto para el Control y la Coordinación sobre el alto el fuego.
«Durante el 4 de junio (…) se reportaron cinco civiles muertos y 20 heridos como resultado de los disparos en áreas pobladas de la república», comunicó el organismo en su canal de Telegram.