Le imponda aranceles del 50% al acero por su ofensiva en Siria
En respuesta a la ofensiva de Turquía contra los kurdos en el norte del territorio de Siria, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump emitió un comunicado en el que anuncia que los aranceles al acero del país turco volverán a ser incrementados hasta el 50 % —»el nivel previo a la reducción en mayo»— y que EE.UU. detendrá las negociaciones sobre un acuerdo comercial por 100.000 millones de dólares con Turquía, si es que prosigue la ofensiva en Siria.
También, dijo, contempla la aplicación de sanciones contra miembros del Gobierno turco, tanto actuales como los que ya cesaron sus cargos, así como contra los que contribuyen «a las acciones desestabilizadoras de Turquía en el noreste de Siria». «Estoy totalmente preparado para destruir rápido la economía de Turquía si los líderes turcos siguen este peligroso y destructivo camino», ha aseverado el mandatario estadounidense.
La respectiva orden ejecutiva, que aún está por ser emitida, permitirá también imponer sanciones adicionales contra los que puedan estar involucrados «en graves abusos de los derechos humanos, obstrucción del alto el fuego, prevención del retorno a casa de los desplazados, repatriación forzosa de los refugiados o amenazas a la paz, seguridad y estabilidad en Siria».
Las medidas punitivas en el marco del decreto prevén las sanciones financieras y el bloqueo de la propiedad, así como la prohibición de entrada en territorio estadounidense. «Estoy totalmente preparado para destruir rápido la economía de Turquía si los líderes turcos siguen este peligroso y destructivo camino», aseveró Trump.
Que Assad los protega
«Cualquiera que quiera asistir a Siria a proteger a los kurdos por mí está bien, sea Rusia, China o Napoleón Bonaparte. Espero que a todos ellos les salga genial, nosotros estamos a 7.000 millas de distancia. Que Siria y Assad protejan a los kurdos y luchen contra Turquía por su propia tierra”, ha escrito Trump en su cuenta de Twitter.
De otro lado, el mandatario ordenó la retirada de los aproximadamente 1.000 soldados estadounidenses que quedaban en el noreste región, después de conocer que Turquía tiene la intención de expandir su ataque “más al sur de lo planeado originalmente y al oeste”, detalló el jefe del Pentágono.