Bajo la atenta mirada de los periodistas, Vladimir Putin se mantuvo a la espera del mandatario turco durante casi un minuto.
Cincuenta segundos en silencio estuvo Vladimir Putin parado y bajo la atenta mirada de decenas de periodistas. Incómodo, el estoico jefe ruso se muerde el interior de los carrillos y mira fugazmente hacia debajo y los lados a medida que el cruce de sus manos aspira enseñar una serenidad que se disipa en su cara. Al final, casi rozando el minuto, una sonrisa se esboza en su cara. De esta forma fue la espera del mandatario de Rusia, Vladímir Putin, a su homólogo turco Tayyip Erdogan.
La escena ocurrió este martes en Teherán (Irán), en el ámbito de una cumbre a 3 bandas de los dos dirigentes con el mandatario de Irán, Ebrahim Raisi. El acontecimiento ha sido el primer encuentro cara a cara entre Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan a partir de que el Kremlin lanzase sus tropas sobre Ucrania el pasado 24 de febrero. Sobre la mesa, el desbloqueo del grano de Ucrania por el Océano Negro y la guerra en Siria.
Los 3 estados son parte del proceso de Astaná, que amparado por la resolución 2254 del Consejo de Estabilidad de las naciones unidas busca una salida a la guerra en el territorio árabe. Putin, Erdogan y Raisi determinaron unilateralmente “liquidar de manera definitiva a los terroristas del YPG” en el norte de Siria.
El mandatario ruso ya es conocido por hacer aguardar a los dirigentes internacionales con los que se centra en ocasiones a lo largo de horas desde el inicio de las conversaciones programadas. Le ocurrió a Erdogan en 2020, una vez que Putin le hizo esperar una espera de 2 min en la que tuvo que tomar asiento. Sin embargo, además al Papa Francisco en 2015, Donald Trump en 2015 y Angela Merkel en 2014.