Los residentes locales detuvieron al conductor cuando intentó huir al percatarse de que estaban por agredirlo tras el accidente tras arrollar a la anciana
Una anciana, de 81 años llamada Matilde Noa Laura, perdió la vida trágicamente cuando fue atropellada por un autobús de transporte público mientras regresaba del mercado, como hacía diariamente.
Este incidente ocurrió en una calle angosta de Villa María del Triunfo, causando sorpresa entre los vecinos. La familia de la víctima expresó sus declaraciones a los medios después del trágico suceso.
La hija de la fallecida habló a los medios de comunicación y manifestó su profunda tristeza por lo ocurrido. Comentó que su madre no merecía perder la vida de esa manera y que el conductor del autobús intentó escapar.
Testigos cercanos al accidente intervinieron para detener al conductor, con la ayuda de mototaxistas que se encontraban en la zona en ese momento, según relató la hija de la mujer fallecida.
Se ha informado que el autobús estaba circulando sin luces internas encendidas y el conductor no transitaba por una avenida principal, además de que iba a una velocidad excesiva.
Estas condiciones podrían haber contribuido a que no se percatara de la presencia de Matilde. En respuesta a la imprudencia del conductor y al dolor por la trágica pérdida, los residentes reaccionaron con violencia contra él.
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El individuo involucrado en este incidente responde al nombre de Freddy Retamozo, según las autoridades pertinentes. Tras el trágico fallecimiento, debido a la violenta reacción de los vecinos, Retamozo intentó buscar refugio. Muchos residentes golpearon el autobús y rompieron sus ventanas como represalia.
Según el reporte de los medios sobre el incidente, se puede ver cómo el autobús quedó detenido en el lado derecho de la calle después de recibir varios impactos. Sin embargo, el examen de alcohol en sangre del conductor dio negativo.
La hija de Matilde relató que su madre había enviudado hace seis meses y, por ese motivo, la familia había acordado que la octogenaria dejara su trabajo como vendedora de papas en el mercado local.
Sin embargo, esta labor era una «distracción» para su madre, por lo que se le permitió continuar con el pequeño negocio a solicitud de ella. Trágicamente, el fatal accidente ocurrió cuando Matilde regresaba del mercado.
Matilde continuó trabajando en su negocio, el cual había mantenido durante 20 años, no solo porque le gustaba, sino también para contribuir económicamente a su familia.
Además de vender papas, vendía golosinas como una forma de generar ingresos constantemente. Los familiares afectados esperan encontrar justicia tras la dolorosa pérdida que han experimentado en Villa María del Triunfo.