El sujeto se encontraba en una llamada segundos antes que dos individuos lo interceptaran en el Rímac y le dispararan a muerte.
Un hombre, identificado como Carlos Alberto Vila Fernández (49), falleció luego de recibir varios disparos por presuntos sicarios en el asentamiento humano Mariscal Castilla, ubicado en el Rímac.
En conversación con la prensa algunos testigos afirmaron que el hombre se encontraba en una bodega de la calle 2, la cual estaba muy cerca de su hogar, cuando contestó una llamada telefónica.
Vila Fernández dejó las instalaciones del negocio y, de repente, dos sujetos que iban en una motocicleta los encañonaron. Después de esto, y sin mediar palabra, abrieron fuego contra él a sangre fría.
Los vecinos precisaron que se escuchó alrededor de cinco disparos, lo que indica que el ataque fue un acto salvaje.
¿Fue un ajuste de cuentas?
La Policía Nacional ya está investigando el caso como un supuesto ajuste de cuentas. Esto se debe a que los criminales no le robaron ninguna de sus pertenencias.
Asimismo, de acuerdo a los residentes, luego de algunos segundos del ataque, apareció un extraño sujeto que no dudó en fotografiar el cuerpo sin vida y, después, se alejó fugazmente.
Por el momento, no se tiene conocimiento sobre la identidad de los perpetradores del brutal homicidio.
