Tras una larga disputa con el Inter, el Milan logra su 19avo título.
La última vez que el Milan triunfó un scudetto, Silvio Berlusconi presidía el club. Ha sido la exclusiva alegría que tuvo ese año. El propietario de Mediaset acababa de ser desalojado de la presidencia del Consejo de Ministros. La crisis y una prima de peligro en 574 puntos de vista, su más alto histórico, zarandeaban sin compasión a Italia y al Cavaliere.
Sin embargo, además a un club que lo fue todo en el continente europeo y que se adentraría en una ciénaga de 11 años sin apenas títulos, muchas deudas y extraños cambios de manos en el accionariado. Este domingo en Reggio Emilia (0-3), no obstante, los rossoneri, un equipo chico dirigido en la caseta por Stefano Pioli y en el campo por un veterano Zlatan Ibrahimovic (40 años), un extraordinario deportista que quizá disputó el último partido de su carrera, vengaron el honor de aquella máquina de destrozar rivales que fue el club años atrás. El Milan, propiedad hoy de un fondo de inversión de Estados Unidos, levantó de esta forma su 19º scudetto, empatando con el Inter en número de ligas.
La temporada fue una de las más igualadas que se recuerdan en la Serie A. La competición italiana ha observado marcharse a las monumentales estrellas, no puja por ningún enorme fichaje y sus grupos se diluyen en las competiciones europeas (excepto la Roma, que jugará la final de la Conference League el miércoles) Empero hasta escasas jornadas del final, 4 clubes tenían modalidades de triunfar la competición: Inter de Milán, AC Milan, Nápoles y Juventus, que recuperó posiciones en las últimas jornadas tras uno de los peores arranques de los últimos años.
Solo el otro equipo milanés ha sido capaz de soportar el arreón final de los de Pioli, que fueron capaces de triunfar en el hogar de todos los gigantes. Por cierto, el punto de inflexión de la competición ha sido el derbi Inter-Milan que se llevaron los rossoneri y que le brindaron una virtud de goles bastante importante para encarar el último encuentro con la probabilidad de empatar.