A un cañetano los nazis lo mataron por pedir agua para sus compañeros
Hugo Coya sigue revelando pasajes no conocidos de los peruanos durante la Segunda Guerra Mundial. Ha contado varias veces que Estación final, su libro más conocido, empezó por una curiosidad muy propia de su profesión de periodista cuando visitó el campo de concentración de Auschwitz. “¿Algún peruano habrá muerto aquí?”
Esa vena de comunicador le llevó a que, hace un poco más de una década, publicara la primera edición de este libro y que difundiera la historia oculta de los compatriotas que sufrieron el horror nazi.
En estos días se ha lanzado una edición ampliada de ese clásico contemporáneo, Estación final. “Ya no es un best seller, sino un long seller”, afirma el periodista al diario oficial El Peruano.
Manifestó que la mayor satisfacción que le ha dado este trabajo fue que se conocieran en sus lugares de origen varios personajes que tuvieron una vida digna incluso en la adversidad.
Por ejemplo, hace poco, las autoridades de Cañete bautizaron una calle de la localidad con el nombre de Héctor David Levy. Coya cuenta que los funcionarios se enteraron por Estación final que Levy, paisano suyo, había estado en Auschwitz.
“A él lo asesinaron los nazis por pedir agua para sus compañeros de celda”, relata Coya.
Levy nació en Cañete en la época en que la actividad agrícola lo abarcaba casi todo. Es por eso que la calle en la que se encontraba su casa no tuvo nombre hasta hace unas semanas.