Por Ricardo Sánchez Serra
El Nuncio Apostólico en el Perú, Nicola Girasoli, se despidió de nuestro país, presidiendo la Santa Misa en la catedral de Lima, con motivo de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Día del Papa.
Asistieron a la catedral, el presidente Pedro Castillo Terrones, el ministro de Defensa José Gavidia, numerosos obispos presididos por el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, miembros de la Cancillería y varios embajadores como Giancarlo María Curcio, de Italia, acompañado de su esposa Fabiana; Verónica Araujo, de Guatemala, Hany Salim, de Egipto; Alejandro Alvargonzález de España, Marcela Pérez Silva de Nicaragua, Kazuyuki Katayama de Japón, entre otras personalidades.
Nuncio Apostólico hizo un llamado a la unidad del país
Sacerdote ejemplar
Monseñor Girasoli llegó al Perú a mediados del año 2017. De vasta experiencia diplomática, sirvió en Trinidad y Tobago, Indonesia, Australia, Hungría, Bélgica, Estados Unidos; Zambia y Malawi, es decir, en los cinco continentes. Su gran carisma y don de gentes hizo posible que logre rápidamente el cariño de los peruanos y de sus hermanos de la Conferencia Episcopal Peruana, pues como él mismo nos señaló es más pastor que diplomático.
De hablar franco y directo, monseñor Girasoli hacía latir los corazones en sus monumentales homilías, llenas de profundidad y palabras emotivas. Alguna vez le expresé que, si hubiera 100 sacerdotes como él, todo el Perú sería muy católico. Cabe destacar que visitó hasta el último rincón del país, sus 46 jurisdicciones eclesiásticas, como nadie antes lo había hecho. Por todo ello, entristece la partida de un gran nuncio -más aún por su corta estadía-, deja una huella imperecedera de su labor pastoral y es un referente en la vida de los que lo conocieron. Siempre llevó esperanza y paz.
El presidente Castillo en la Santa Misa por el Día del Papa
Nuncio Nicola Girasoli: La Iglesia es servicio
En la homilía por el Día del Papa, el nuncio afirmó que se necesita “brindar esperanza a nuestro pueblo, especialmente, a los jóvenes que, como repite el Papa Francisco, son el presente de nuestra sociedad y no solamente el futuro, poniendo la educación de los jóvenes en el centro del desarrollo del país; recordando las famosas palabras del gran poeta peruano César Vallejo: ´saber más, es ser más libre´”.
Evocó que “la misión de la Iglesia es saber compartir y servir a la sociedad, no competir, porque la Iglesia no quiere competir con nadie. El Papa Francisco repite mucho que la misión de la Iglesia es la de servir a los más pobres y necesitados. La Iglesia Católica, en sus relaciones institucionales, no busca privilegios, no buscamos ni queremos privilegios, ni ganar espacio de poder; la Iglesia Católica quiere seguir creciendo, como lo hace desde hace siglos, un valioso servicio a la sociedad, especialmente, a los más pobres y necesitados.
Girasoli dijo que “la Iglesia quiere continuar su misión con mucha humildad y espíritu de servicio, a través de sus innumerables instituciones educativas y sociales, para seguir siendo una gran realidad de ayuda y de presencia para todos los peruanos, sin alguna forma de proselitismos”.
Monseñor Rastislav Zummer, nuncio Nicola Girasoli y Ricardo Sánchez Serra.
En otro momento, el representante del Papa hizo un llamado a la unidad del país, para anteponer el bien común sobre nuestros propios intereses y combatir la cultura de la corrupción, proponiendo espacios de respeto y de diálogo, aprendiendo a servir a los que más sufren, como lo hicieron los santos apóstoles Pedro y Pablo. Necesitamos encontrarnos y generar puentes de auténticas relaciones humanas”, pidió.
Al final de la Santa Misa, los asistentes se despidieron del Nuncio, que aprovechó la oportunidad para presentar al monseñor Rastislav Zummer, nuevo consejero de la Nunciatura, de nacionalidad eslovaca, quien llegó recientemente al Perú proveniente de Brasil.