Apabullante, silenciosa fue la derrota electoral de los partidos políticos de alcance nacional. Todos, literalmente fueron barridos por un electorado invisible que se hizo visible electrochado en el desconcierto e indignación ciudadana.
Pues, si Keiko Fujimori y el Fujimorismo, posibilitó el triunfo electoral de Pedro Castillo. Pues, la mediocridad de Pedro Castillo posibilitó el destierro de una izquierda ilustrada y el triunfo de una derecha ultrista asociada a cacicazgos regionales mediocres.
Entonces, el horizonte se cubrió de nubarrones, pues los burros cargados de dinero se hicieron del poder regional y municipal. Pues con el perdón de estos inofensivos animalitos, el burro lleno de dinero, más dinero quiere.
Ante, esta nueva realidad de dispersiones y divisiones, pierde el Perú y gana Antauro Humala. Pues, el desorden de las partes, corroe el orden del todo. Entonces, cuando la frustración cae en rostro del hombre de bien, el mal se apodera de él y de su razón.
De manera que, en este estado de cosas, convenientemente los ultras se frotarían las manos. Pues, todo lo caído en saco roto, por todo lo ofrecido con un populismo extremo y de gran demagogia, el beneficiario de la gran frustración sería los anti sistemas.
Por el bien del País Keiko Fujimori, el APRA, Acción Popular, Renovación Popular, Alianza para el Progreso, etc. deben desaparecer del esquema nacional. Pues, nunca antes, hemos vivido días de gloria, sino de incertidumbres. Es imperativo que los sectores más ilustrados de la Nación, de izquierda y derecha moderada, hagan los esfuerzos supremos para salvar a la Nación de las garras de las ultritas. Pues, mañana puede ser demasiado tarde.
El deseo de contribuir a la paz social, el modernismo en la política, el respeto de los derechos humanos, los valores esenciales de la democracia, la industrialización del país, vía diversificación productiva, etc. nos invita a reflexionar sobre la tarea de intervenir directamente en la política para no vernos desgarrados internamente en discordias y enfrentamientos estériles.
Claro que, a pesar, de nuestra crítica situación, nunca perdemos la fe y la esperanza que todo pueda cambiar para la felicidad de todos los peruanos.
Muy a pesar de nuestros deseos, deseamos de corazón que los nuevos Gobernadores Regionales y Alcaldes Provinciales Municipales tengan éxitos en sus gestiones, a condición de no robar el dinero de todos los peruanos. Se que no podrán cumplir con sus promesas y el apoyo social no es contundente.
Ganar una elección con 30% de los votos, no es una cuestión que debe alegrar a nadie. El apoyo es precario. Pensemos en unir esfuerzos para las próximas elecciones presidenciales y congresales en un programa común: Industrializar el País, vía diversificación productiva., porque los países ricos exportan productos manufacturados y con mayor valor agregado tecnológico.
Los países pobres exportan materia prima con poco valor agregado. Si, no optamos por industrializare nuestra Nación con un mercado interno fuerte, estamos perdidos. Aprendamos la lección o por el convencimiento o por la fuerza.
Volveremos con nuestras reflexiones porque amamos a nuestra Nación.
(*) Abogado penalista y analista político.