Equipos de rescate buscan supervivientes tras el terremoto en Gansu y Qinghai, con 118 muertos y 200 heridos
Los equipos de rescate están preocupados por las bajas temperaturas, que alcanzan hasta -14 grados Celsius, ya que esto podría complicar las operaciones de socorro. Un rescatista citado por la revista china Newsweek también señala que las temperaturas extremas dificultan el acceso a las regiones montañosas afectadas por el sismo de magnitud 6,2, con epicentro en la frontera entre las dos provincias mencionadas.
La cifra de víctimas incluye 118 muertos (105 en Gansu y 13 en Qinghai), así como heridos y al menos 20 personas desaparecidas, según la prensa oficial.
A pesar del mal tiempo, los equipos emplean drones, excavadoras y topadoras en la búsqueda de los desaparecidos.
Según la agencia estatal Xinhua, el mal tiempo podría acortar el crucial período de 72 horas después del terremoto, cuando es más probable rescatar a los supervivientes. Esto aumenta el riesgo para las víctimas atrapadas.
El gobierno chino y el Ministerio de Gestión de Emergencias han implementado una respuesta de nivel II ante el desastre, focalizado principalmente en el condado de Jishisan en Gansu y la ciudad de Haidong en Qinghai. Han enviado médicos y suministros sanitarios a la zona afectada.
Además, se enviaron más de 2.000 bomberos para las labores de socorro después del terremoto, que causó daños a 4.782 viviendas en la zona de Jishisan. También se registraron interrupciones en el suministro de agua, comunicaciones y electricidad.
Las fuerzas armadas están involucradas en las operaciones de rescate y ayuda, para las cuales Pekín ha destinado 200 millones de yuanes (aproximadamente 28 millones de dólares o 25 millones de euros).
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Edificios con escasa resistencia sísmica
Mientras tanto, el presidente chino, Xi Jinping, instó el martes por la mañana a las autoridades locales a realizar «todos los esfuerzos posibles» para atender a los heridos, reparar la infraestructura y reubicar a los afectados.
Este terremoto es el más letal en China desde el ocurrido en agosto de 2014 en la provincia occidental de Yunnan, que causó 617 muertes.
Sin embargo, está considerablemente por debajo del sismo en la provincia de Sichuan en 2008, que dejó al menos 70,000 muertos.
La prensa local sugiere que el terremoto de anoche provocó una «significativa cifra de víctimas» debido a la «limitada resistencia sísmica» de los edificios en esas áreas.
Además, se destaca que el sismo ocurrió por la noche, lo que dificultó realizar evacuaciones a tiempo, según informa el diario Global Times.
Según algunos residentes entrevistados por el periódico local The Paper, muchas personas estaban durmiendo cuando ocurrió el terremoto y no tuvieron tiempo para buscar refugio.
The Paper también recoge el testimonio de una mujer cuya casa colapsó de inmediato y que logró escapar porque aún estaba despierta cuando ocurrió el temblor.
Además, videos y fotos compartidos hoy en las redes sociales chinas muestran a bomberos esforzándose por rescatar a residentes atrapados bajo los escombros, así como a afectados refugiándose en las carreteras cubiertos con edredones.
En respuesta, las autoridades han enviado suministros que incluyen 2.600 tiendas de campaña, 10.400 camas plegables, 10.400 edredones y 1.000 juegos de estufas.
Hasta la mañana del martes, se habían asignado un total de 111,500 artículos de socorro, según informa Xinhua, con el objetivo de satisfacer las necesidades básicas de las personas afectadas.
De acuerdo con un análisis preliminar del Centro de Redes Sismológicas de China, el epicentro ocurrió en la zona noreste de la meseta tibetana, una región sísmica propensa a terremotos debido a su proximidad al punto de fricción entre las placas tectónicas de Asia y la India, en el Himalaya.
Un nuevo sismo, de magnitud 5,5, fue registrado hoy en la región china de Xinjiang, también en el noroeste, pero ocurrió lejos de zonas habitadas y no se informaron daños personales ni materiales.
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