Al menos diez personas, seis de ellas menores, murieron este sábado en bombardeos de cazas del régimen de Siria y su aliada Rusia en el sur de la provincia de Idlib, el último bastión opositor de rebeldes y donde también se hallaron bajo los escombros otros dos cadáveres de civiles desaparecidos hace tres días.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó en un comunicado que una mujer y sus seis hijos fallecieron en un bombardeo del régimen en el pueblo de Der Sharqi, mientras que otros tres hombres murieron en otros dos puntos del sur de Idlib.