Por: Martín Valdivia Rodríguez /Si bien el coronavirus aún no ha llegado- gracias a Dios – a nuestro país, las consecuencias económicas del mismo ya se dejan sentir en el Perú. Hasta ayer el precio del dólar superaba los 3,41 y nada hacía presagiar que haya una baja en su cotización en los siguientes días. Según los especialistas, la subida del billete verde se da tras la alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de un posible riesgo de pandemia a nivel mundial debido a la expansión de la epidemia.
Pero eso no es todo. Según la consultora Capital Economics, con sede en Londres, el impacto económico del coronavirus podría llegar a los 280 mil millones de dólares a nivel global, es decir, lo que equivale a tres cuartas partes de la economía argentina o la de Chile completa. A criterio de esta institución, el daño económico de esta epidemia superaría con creces a la vivida durante la epidemia del SARS en el 2003.
El dato no es menor si consideramos que China – el epicentro de la epidemia – es uno de los países con el cual tenemos una importante actividad comercial que se verá afectada por la aparición de esta enfermedad. La consultora Oxford Economics se atrevió a vaticinar que la economía china crecerá menos del 4 por ciento en el primer trimestre de 2020 respecto al mismo periodo de 2019. “Para todo el año, el pronóstico es un crecimiento medio de 5,6 por ciento”. La consultora le adjudica al virus una baja de 0,2 puntos porcentuales al PBI mundial.
Recordemos que a la fecha, el coronavirus ha dejado al menos 908 muertos y 37.198 casos solo en la China continental, según las cifras publicadas el domingo pasado por la Comisión Nacional de Sanidad del país asiático. Sin embargo, no todo es negativo. En estados Unidos se cree que el virus no detendrá su pujante economía y que, en todo caso, están preparados para combatirla.
Según economistas gringos, una vez que el contagio esté bajo control y estabilizado, Estados Unidos verá una explosión en el gasto de los consumidores y de las corporaciones. Ellos piensan que, incluso, la economía norteamericana no sólo volverá a la normalidad, sino por encima debido al pacto comercial con China.
Esperemos que nuestro país pueda resistir no sólo el impacto médico que significa mantener a raya y lejos de nuestras fronteras a esta enfermedad, sino poder resistir el impacto económico que se derive de esta epidemia. Mucho de ello dependerá del tiempo que esta cepa maligna termine por controlarse. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.