Peruanos optaron por mostrar su rechazo votando viciado, en blanco o ausentarse. Ántero Flores-Araoz y Fernando Rospigliosi sostienen que el voto fue irreflexivo y de rechazo a la clase política establecida.
Según datos de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), en las Elecciones Congresales Extraordinarias del 2020, el nivel de desinterés de los peruanos por participar en los comicios batió record histórico. Un total de 8 millones 320 mil 981 ciudadanos optó por votar viciado, en blanco o ausentarse.
De esta cifra global, debe precisarse que 5 millones 420,458 peruanos no fueron a votar. Es decir, el 25.30% de la población electoral que figura en el padrón.
Asimismo, fueron 370,747 votantes que optaron por dejar la cédula de sufragio en blanco. Mientras que 2’552,369 realizaron malos trazos, escrituras o garabatos, por lo que sus votos fueron considerados nulos. Cabe indicar que el costo del proceso electoral fue de S/ 610 millones.
En tal sentido, la población de asistentes suma los 15 millones 948,970 ciudadanos, representando el 74.70% de la población electoral. Cabe precisar que la ONPE registra en su base de datos, la cual consignó en los padrones electorales del domingo 26 de enero, a 21 millones 369,428 peruanos habilitados al derecho de sufragio.
De otro lado, solo en el distrito electoral Lima y extranjero se registró un total de más de medio millón de votos nulos, exactamente 558 mil 999 votos invalidados, y un estimado de 83 mil 160 votos blancos.
RECHAZO
Al respecto, Ántero Flores-Araoz y Fernando Rospigliosi coincidieron en señalar que el evento fue atípico, demasiado corto, y que careció de interés porque solo servía para elegir congresistas.
Flores-Araoz manifestó que la significativa ausencia de votantes en el número de electores se debió a que el proceso electoral fue muy corto de tiempo, donde no hubo candidatos presidenciales para atracción o plato fuerte y además donde los debates entre candidatos fueron bastante sosos y tediosos, donde prevaleció el desconocimiento de la hermenéutica parlamentaria de muchos aspirantes al Congreso.
“Muchos postulantes mostraron desconocimiento casi total sobre el trabajo parlamentario durante los debates, que fueron el hazme reír de los ciudadanos. Y ello, sumado al desinterés y fastidio de la gente por toda la clase política dio como resultado un rechazo evidente, donde los partidos tradicionales, salvo Acción Popular, han sido duramente castigados. Al final abundó el voto irracional y emotivo de rechazo a lo establecido”, apuntó.
Flores-Araoz opinó además que el voto emotivo nos ha dado como resultado nuevos congresistas con esquema social e ideológico bastante variopinto, lo que no augura que vayamos a tener un Congreso competente para fiscalizar al Gobierno.
ATÍPICO
Por su parte, el analista político Fernando Rospigliosi manifestó que el alto nivel de ausentismo en las últimas elecciones parlamentarias es una cifra que no deslegitima la elección de los virtuales congresistas para el periodo 2020-21, pero que revela el rechazo de la población a la clase política que se expresó en el desempeño del último Congreso disuelto por el presidente Vizcarra.
“Yo tengo un cálculo donde habría un ausentismo electoral de 8 millones de peruanos que no participaron en las últimas elecciones complementarias. Sin embargo, ello no puede deslegitimar la elección de las nuevas autoridades, simplemente revela el poco interés que tiene la población sobre unas elecciones como ingrávidas que se han realizado en un tiempo bastante corto y apretado”, comentó Rospigliosi.
Fernando Rospigliosi indicó que el ausentismo refleja el descontento que existe en la población actual respecto a los políticos tradicionales y que han tenido una actuación decepcionante en el Parlamento disuelto. Dijo además que han sido unas elecciones atípicas donde únicamente se eligió a congresistas, algo que sucede en el país de manera inusitada.