El asistente de la expresidente Cristina Kirchner, renunció y ahora Alberto Fernández tiene toda la responsabilidad.
La guerra, hasta ahora fallida, que Alberto Fernández manifestó hace 2 meses contra la inflación perdió este lunes a uno de sus primordiales estrategas. El secretario de Negocio Interior, Roberto Feletti, un hombre que respondía de manera directa a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, presentó su renuncia por “discrepancias” con la política económica gubernamental. A lo largo de casi 8 meses, Feletti intentó mantener el control de la disparada del IPC con una férrea política de control de costos, sin triunfo. El 58% de inflación interanual registrado en abril va a ser ahora un problema que Fernández tendrá que afrontar en soledad, sin la ayuda del kirchnerismo. En vez de Feletti asumirá Guillermo Hang, directivo del Banco Central y amigo personal del ministro de Economía, Martín Guzmán.
La salida de Feletti fue la prueba del cisma político que hoy lastra al régimen argentino. El funcionario alcanzó la Secretaría de Negocio con el precepto de mantener el control de la inflación con la misma táctica que Cristina Kirchner aplicó a lo largo del desenlace de su segundo precepto, en 2015: controles de costos y convenios con las organizaciones. Negocio Interior era la trinchera kirchnerista, a medida que el mandatario Fernández se reservaba para sí las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, terminadas a inicios de año, y la política macroeconómica. Sin embargo, la inflación jamás abandonó de crecer.
Feletti debutó con 90 días de congelamiento en productos de centro comercial y una estrategia de “precios cuidados” que alcanzó a bastante más de 1.400 productos. La canasta regulada sumó después otros 600. El funcionario era la voz del kirchnerismo en la administración económica.
A partir de la Secretaría de Negocio, defendió, ejemplificando, una subida de los impuestos a las exportaciones agropecuarias para desacoplar los costos mundiales de los locales. En casi 8 meses de administración apenas ha podido dar resultados: los alimentos incrementaron bastante más de 45%, inclusive por arriba del 38% que sumó la inflación general.