Ricardo Sánchez Serra
El Tribunal Supremo de Brasil rechazó la solicitud de extradición del pacífico ciudadano Alí Sipahi, propietario de una cadena de restaurantes de Sao Paolo, lo que significó una bofetada al régimen despótico del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Ali Sipahi pertenece al movimiento Hizmet –que lidera el erudito y teólogo turco Fethullah Gülen- una entidad pacifista dentro del Islam y que promueve la educación y cultura de paz, y el acercamiento entre las religiones.
El dictador Erdogan considera enemiga a dicha organización y persigue a sus miembros dentro y fuera de Turquía, incluso hubo casos de secuestro violando la soberanía de los Estados, o pretende extraditarlos, por las buenas o por las malas. Ha metido en prisión a decenas de miles y secuestrado a 80 personas en otros países, configurando a Turquía como la prisión más grande del mundo.
En el caso de Brasil el Poder Judicial rechazó por unanimidad la solicitud de extradición de Alí Sipahi –que vive en Brasil desde hace más de doce años- , porque no tendría un juicio justo en ese país.
Erdogan ha copado toda la administración del Estado, incluido las Fuerzas Armadas, jueces y fiscales.
No es la primera vez que un tribunal rechaza las solicitudes de extradición de Erdogan. También fueron desestimadas en Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania, porque se trata de persecuciones políticas.