El año 2021 terminó con una explosión de contagios que obligó a varias naciones a implementar nuevas medidas contra el coronavirus.
Al rededor de todo el mundo, millones de personas celebraron el Año Nuevo con drásticas limitaciones por la excesiva propagación del COVID-19. En la semana del 23 al 29 de diciembre se superó el millón de contagios diarios.
Según el recuento de AFP, en la última semana del 2021 se detectaron 1.045.000 infecciones diarias, un 46% más que la semana anterior.
Desde que se detectó el COVID-19 hace 2 años, fallecieron más de 5,4 millones de personas. Lo que desencadenó crisis económicas y obligó a las sociedades a vivir entre confinamientos.
Sin embargo, la variante ómicron eleva el número de contagios a niveles récord a pesar de ser considerada la que da síntomas leves.
De México a Grecia y de Francia a Brasil, esta explosión de infecciones obliga a las naciones a nuevamente imponer restricciones y que en algunos casos, anuló las celebraciones de Año Nuevo.
Restricciones en el mundo
El papa Francisco canceló su tradicional visita al pesebre en la Plaza San Pedro para evitar la propagación del coronavirus entre la multitud que congregaría esta misa de fin de año.
En España, las fiestas públicas se cancelaron en la mayoría de ciudades, excepto en Madrid. Allá se dio una celebración pública limitada a 7 mil personas, en comparación con las 18 mil en 2019.
En Francia, las discotecas se cerraron desde el 10 de diciembre y se planea seguir así al menos durante las tres primeras semanas de enero.
Mientras que en Grecia, “se prohibió la música” en bares y restaurantes, que estuvieron cerradas el 31.
En Latinoamérica y el Caribe también incrementaron las infecciones, donde Cuba exigirá a partir del 5 de enero la vacunación completa y una prueba PCR para poder entrar al país.
Asimismo, la región acumula ahora más de 47 millones de infecciones y cerca de 1,6 millones de muertes.
En Ciudad de México y Sao Paulo, las autoridades anularon las celebraciones de Año Nuevo por el coronavirus.
En Río de Janeiro, en la mítica playa de Copacabana se limitó el aforo, cuando normalmente reúne a más de 3 millones de personas.
No celebraron conciertos y los tradicionales fuegos artificiales se dispararon en nueve emplazamientos distintos de la ciudad para evitar la concentración del público.
Aumento de muertes
Por otro lado, Sudáfrica, donde se detectó por primera vez la nueva variante, levantó restricciones. Entre ellas un toque de queda, al declarar superado el pico de la ola causada por Ómicron sin un aumento significativo de las muertes.
Además, la presidencia del país señaló que durante esta ola sólo se detectó “un aumento marginal del número de decesos”. Esto según estudios sudafricanos y británicos sobre una menor gravedad de la enfermedad que causa esta variante.
Sin embargo, los científicos alertan que esta ventaja puede verse neutralizada por la alta capacidad de transmisión de la variante. Ya que, al contagiar a más personas, puede causar una ola de ingresos y muertes.
Asimismo, los hospitales de Reino Unido preparan hasta 4 mil camas provisionales ante una eventual ola de ingresos por las altas cifras de infecciones de COVID-19.
“Me preocupa enormemente que Ómicron, al ser más transmisible y circular al mismo tiempo que Delta, esté provocando un tsunami de casos”, alertó el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.