Los accidentes mortales siguen ocurriendo a causa de los derrumbes ocasionados por el cambio climático en los Alpes suizos.
Previamente del amanecer de este viernes, en los Alpes suizos, a 4,314 metros, 17 personas avanzaban en comitiva camino de la cumbre del Grand Combin una vez que el colapso de una formación de hielo mandó a su paso grandes bloques congelados ocasionando el deceso de un alpinista español de 65 años y de una ciudadana francesa de 40 años. 9 miembros de la excursión, 2 de ellos gravemente lesionados, han tenido que ser evacuados en helicópteros a la clínica de Sion, en una gigantesca operación de rescate que implicó a 7 artefactos y que arrancaba a las 6.20 con un aviso de socorro enviado a partir de la Meseta del Almuerzo, por donde discurre la vía del guarda por la que circulaba el conjunto.
El infortunio se ha producido por el desprendimiento de un serac, una formación de hielo de diferentes tamaños cuya seguridad jamás puede garantizarse. Una ejemplificación tan tradicional como dramático del carácter aleatorio de su comportamiento es el del glaciar del Khumbu, en la vertiente sur del Everest y que implica la ruta de ingreso a la vía regular o nepalí. En 2014, fallecieron ahí 16 trabajadores de la etnia sherpa, atrapados bajo toneladas de hielo una vez que la rotura de un serac produjo una avalancha descomunal.
El Grand Combin (4.314 metros) es un balcón exageradamente hermoso con vistas al macizo del Mont Blanc y al resto de las montañas suizas del Valais. Aislado, solitario, aparentemente agradable, su ascenso pide una extensa aproximación y un día extenso de cumbre a partir del refugio. En su punto culminante, el premio se basa en contemplar un paisaje alpino que corta el aliento.
A medida que los esquiadores de montaña apuran y son los últimos de la temporada en sus laderas, los alpinistas inician una peregrinación que tiene su apogeo en los meses de verano; la hora además de los guías de montaña que, no obstante, cada vez trabajan más sometidos a una presión ajena a su cualificación, debido a que crecen los riesgos fines. El guía de alta montaña y glaciólogo alavés, Ibai Rico explica que “para lidiar con riesgos fines como las grietas en los glaciares o los desprendimientos de piedra constantemente se ha jugado con la táctica de intentar pasar una vez que más gélido hace, y aun de esta forma no constantemente se acierta”. “Pero la conducta de los seracs es más impredecible y se conoce que el calentamiento global perjudica más radicalmente a los que se hallan a menor altitud, si bien no cada una de sus roturas se tienen que al calentamiento global”, finaliza Rico.