Debido al conflicto entre Rusia y Ucrania, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) realizó proyecciones de cómo afectará la economía global.
La economía mundial podría caer 1% durante este año debido al conflicto entre Rusia y Ucrania. Según las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Un informe de la OCDE precisa que en la zona europea el conflicto restará 1.4% al PBI y en Estados Unidos alrededor de 0.9 puntos. En tanto, la economía rusa sufrirá un desplome del 10%.
Por otro lado, el conflicto también aumentará la inflación prevista en 2.5 puntos, especialmente en Europa, muy dependiente del gas y del petróleo ruso.
En tanto, el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, alertó que el mundo puede afrontar una «escasez global de materias primas». El motivo es que Rusia y Ucrania figuran como los mayores productores mundiales de fertilizantes y metales como níquel, titanio y paladio.
Un riesgo adicional es un parón total de las exportaciones rusas de energía en dirección de la Unión Europea (UE). Esto podría disminuir el crecimiento del PBI en 0.5% más, con una elevación total de la inflación de unos 3.5 puntos respecto a las expectativas anteriores a la guerra.
Posibles soluciones
Como una de las medidas para afrontar este golpe económico, muchos gobiernos van a tener que amortiguar la escalada de los precios de la energía. Incluso, tendrán que aumentar la producción de alimentos para compensar los que van a dejar de llegar de Rusia y Ucrania.
En ese sentido, para que los costos que tengan que asumir las finanzas públicas sean factibles y evitar distorsiones en los precios, los dispositivos tienen que ser «selectivos, bien orientados y temporales», insistió Cormann.
En otras palabras, hay que privilegiar las ayudas directas a las familias con rentas más bajas sobre otras medidas. Entre estas figuran las limitaciones generales de precios o las reducciones de impuestos.
Por otro lado, propone financiarlo con los beneficios excepcionales que están obteniendo algunas empresas, los llamados «beneficios caídos del cielo».
Cormann sustuvo que el impacto económico de la guerra variará según los países, pero «claramente habrá costes», con un «fuerte choque» en la cadena de suministros. También desencadenará un «impacto significativo en la confianza», lo que tendrá «consecuencias» en los consumidores y en las decisiones de las empresas.
La OCDE reconoce la gran incertidumbre que hay en torno al impacto de la guerra. Esta dependerá en parte de su duración y de las respuestas políticas. Además, subraya que las consecuencias más importantes son la pérdida de vidas y la crisis humanitaria.