Carlos Torres caro afirma que una jueza no tiene potestad para paralizar la elección de miembros del TC
Por Roberto Sánchez R.
El excongresista Carlos Torres Caro manifestó que la jueza Soledad Blácido habría cometido una infracción constitucional, al entrometerse en la decisión del Congreso de la República de elegir a los miembros del Tribunal Constitucional (TC). Afirmó que sería un grave ilícito el pretender paralizar un proceso de elección constitucional, por lo que debe ser materia de investigación ante el Órgano de Control Interno del Poder Judicial (OCMA).
¿Qué opina que una jueza haya ordenado al Congreso suspender la elección de los magistrados el TC?
Es irregular, porque una juez del Poder Judicial no tiene la potestad de paralizar actos propios que corresponden al Congreso. Aun si se trata de atribuciones constitucionales y, peor aún, por el argumento pueril de que no se han publicado las notas o la justificación de candidatos, no es argumento suficiente como para paralizar todo un proceso de elección constitucional, porque se invaden atribuciones que solo corresponden al Parlamento.
¿Hizo bien el Congreso en rechazar esta acción judicial y anunciar la elección de los magistrados?
El Parlamento no está en la obligación de obedecer una disposición que es abusiva, porque el principio general del Derecho establece claramente que “derecho no permite el abuso del derecho” y el artículo 46-47° de la Constitución establece que cualquier ciudadano puede incluso desacatar órdenes, cuando se intente transgredir el orden constitucional. Cuando un juez comete prevaricato, como sucede ahora, la autoridad no debe permitirlo.
¿Qué significa que una jueza supernumeraria del PJ haya puesto en disputa a dos poderes del Estado?
Este es un tema que tiene que ser materia de una investigación, tengo entendido que el Órgano de Control de la Magistratura (OCMA) ya está interviniendo. Es más, el Parlamento, a través de su procuraduría, ha interpuesto las denuncias correspondientes. Me parece sumamente extraño que una jueza se entrometa en una situación en la que no es competencia de su fuero hacer lo que ha hecho. Habría que responderle que los conceptos de motivación son diferentes dependiendo de la esfera en donde se ventile. Una cosa es la motivación judicial en el ámbito jurídico y otra cosa es una motivación política. No se puede exigir una motivación jurídica a un cuerpo político.
¿Qué opina de la acción de Frente Amplio al amenazar a los postulantes al TC y pedir que renuncien?
Bueno, ellos pueden decir lo que quieran. Si algún candidato se siente acosado en su integridad puede y debe denunciarlo, porque nadie está impedido de hacer lo que la ley no manda. En este caso, los candidatos no están impedidos de continuar con su postulación, porque la ley no lo prohíbe. Las amenazas tienen que ser puestas en conocimiento público para que las autoridades correspondientes intervengan, si es que hay ilícitos penales.
El consenso político se cayó con acciones de bancadas como la del Frepap, que estaría sacando agua para su molino de la situación…
Cada partido político es libre, independiente y autónomo de tomar las posiciones que considere en beneficio de su grupo político. O sea, no podemos juzgar tampoco a ningún partido político por las posiciones que toma. Ahora, si es que hay un compromiso asumido y que no se cumple, el partido queda mal parado, porque quiere decir que sus integrantes no son confiables, porque una de las reglas esenciales en la política es la confianza. Si no hay confianza, entramos a una situación de anarquía, de inseguridad, de falta de criterio en las posiciones que interesan al país.
¿Qué le parece que algunos constitucionalistas sugieran que la elección del TC la haga la Junta Nacional de Justicia (JNJ)?
Lo primero que habría que hacer es eliminar a la Junta Nacional de Justicia (JNJ), porque es una entidad que no está a la altura de las circunstancias que el país requiere. Tiene que hacerse una profunda reforma de esa institución, porque no está cumpliendo los propósitos para los cuales la ciudadanía, a través de la norma constitucional, le encomendó. El Tribunal Constitucional como lo define el austriaco Hans Kelsen, su creador, existe para darle voz a las minorías. Es verdad que otorgarle al Congreso el monopolio de la elección del TC ha sido un error, porque los miembros deberían ser nombrados por poderes autónomos para que haya contrapeso, porque lo que acabamos de ver nos demuestra que no es saludable.