El país asiático enfrenta una debilidad en su sector inmobiliario
China tiene un papel importante que desempeñar en la recuperación de la economía mundial tras la crisis ocasionada por la COVID-19, pero su crecimiento se está desacelerando “notablemente”, declaró el Fondo Monetario Internacional (FMI) este lunes 6 de diciembre.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, sostuvo una reunión virtual con el primer ministro chino, Li Keqiang, y discutió temas que van desde la inflación hasta la recuperación de la pandemia, según un comunicado del Fondo.
“China logró una recuperación verdaderamente destacable, pero el impulso de su crecimiento se ha desacelerado notablemente”, dijo Georgieva. “Dado que China es un motor vital para el crecimiento global, tomar medidas firmes para respaldar un crecimiento de alta calidad ayudará no solo a China, sino al mundo”, agregó.
En octubre, el FMI redujo sus pronósticos para el crecimiento de China debido a un retroceso acelerado del gasto público, pronosticando una expansión del 8% este año y un crecimiento del 5,6% en 2022.
Si bien la cifra de 2021 es la mayor tasa de crecimiento de Pekín desde 2011, los analistas advierten que China enfrenta una debilidad en su sector inmobiliario, así como un alza de los precios del carbón y una escasez de componentes.
Ante la continuación de las disputas comerciales entre Washington y Pekín, la directora gerente del FMI también pidió “cooperación para reducir las tensiones comerciales y fortalecer el sistema comercial multilateral”, considerándolo “un motor esencial de crecimiento y empleo”.