El dengue y el cambio climático están íntimamente relacionados, generando un impacto directo en la salud de las personas. En el Perú, el aumento de las temperaturas y otros fenómenos climáticos extremos están contribuyendo a la propagación del dengue, especialmente en ciudades como Lima.
Por: Olivia Chava
Impacto del cambio climático en la Salud Humana
El cambio climático, con sus efectos cada vez más evidentes, impacta directamente en la salud de las personas a nivel global. Olas de calor, sequías, inundaciones y otros fenómenos extremos son cada vez más intensos y frecuentes, afectando la salud de las poblaciones. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el cambio climático es la mayor amenaza para la salud mundial en este siglo.
Un estudio liderado por científicas de la Universidad de Harvard ha demostrado que el cambio climático puede desregular el sistema inmune humano, aumentando el riesgo de tres tipos de enfermedades inmunomediadas: alergias, enfermedades autoinmunes y cánceres. Este fenómeno se debe al aumento de la temperatura y otros factores asociados al calentamiento global.
En el contexto peruano, el cambio climático está generando un aumento de las temperaturas promedio, fenómenos meteorológicos extremos y la pérdida de biodiversidad, lo que contribuye a un mayor riesgo y prevalencia de enfermedades relacionadas con el sistema inmune. Además, actividades humanas como la deforestación y el uso desmedido de recursos contribuyen a este problema.
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Dengue en Lima: Un problema creciente
Lima, la capital del Perú, se ha convertido en uno de los epicentros del dengue en el país. Durante el año 2024, se han reportado más de 12,000 casos de dengue en la ciudad, lo que refleja un aumento significativo en comparación con años anteriores. Esta situación se debe en parte a la falta de exposición previa de la población al virus, lo que aumenta su susceptibilidad.
La vulnerabilidad de Lima al dengue se ve agravada por el fenómeno del Niño Costero, que eleva las temperaturas y aumenta las precipitaciones en la región. Estos cambios climáticos crean un ambiente propicio para la propagación del dengue y otras enfermedades transmitidas por vectores, aumentando los riesgos para la salud de la población.